Juan Miguel Echevarría: Pinchos de potencialidades supremas (+VIDEO)

Juan Miguel Echevarría: Pinchos de potencialidades supremas (+VIDEO)
Fecha de publicación: 
21 Enero 2019
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Conversamos sobre una campaña precedente “agridulce” y las ambiciones futuras, marcadas por su debut el próximo 2 de febrero en el tradicional mitin sobre pista cubierta de Karlsruhe, Alemania.

Por extraño que parezca el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría (11 de agosto de 1998), uno de los mayores talentos del atletismo Mundial, en su etapa escolar tenía problemas con las carreras de medio fondo y fondo como parte del llamado combinado-1, por lo que sus entrenadores, afortunadamente decidieron exclusivamente dejarlo en el área de saltos, donde fue captado por Juan Goalberto Nápoles al equipo nacional.

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Hoy día, pese a solo tener 20 años, el discípulo de Daniel Osorio es un atleta muy centrado, que asume con responsabilidad suprema cada sesión de entrenamiento en el Estadio Panamericano, consciente de que de ello dependerá en buena medida sus resultados futuros.

Sin dejarse obnubilar por su condición de campeón universal bajo techo (8.46 metros en Birmingham 2018), accedió a dialogar con CubaSí sobre una campaña precedente “agridulce” y las ambiciones futuras, marcadas por su debut el próximo 2 de febrero en el tradicional mitin sobre pista cubierta de Karlsruhe, Alemania, en busca de reeditar su corona (7.97). Precisamente en suelo germano establecerá su cuartel general:

El 2018 fue el año del despegue definitivo, pese a no terminar como hubieses deseado producto de la lesión que te impidió competir en Barranquilla y cerrar la Liga del Diamante. Valóranos esa campaña.

“Como todos conocen mi año fue en sentido general excelente. Me siento muy contento con los resultados, independientemente de la lesión y las interrupciones. Físicamente en este momento estoy al 100 %, entrenando normal y muy duro para enfrentar la temporada bajo techo. Ha sido un trabajo progresivo desde septiembre que me reincorporé a los entrenamientos. Por eso tengo fe en que este 2019 también será de resultados positivos, fundamentalmente si continúo paso a paso, como hemos diseñado el trabajo”.

Estaríamos hablando de dos competencias fundamentales en etapa estival, más allá de tu presencia casi asegurada en la Liga del Diamante y ahora de forma más inmediata en la temporada bajo techo. Desde el punto de vista tanto técnico como psicológico, ¿cómo vislumbras esos dos posibles escenarios?

“Las capacidades técnicas aún tengo que mejorarlas mucho. Soy un atleta joven, de solo 20 años por lo que todavía tengo muchos errores que deberé corregir. De manera inmediata perfeccionar la carrera de impulso y seguir buscando cada detalle que me permita llegar en una forma casi perfecta a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”.

Casi 1.90 metros de estatura, has ganado en masa muscular activa. Describe el trabajo físico realizado…

“Eso depende de la etapa de preparación. Paralelo a los esfuerzos en el gimnasio he tratado de potenciar los saltos alternos, búsqueda de resistencia a la fuerza con las ligas, ejercicios de obtención de potencia aerobia y pliometría; fortalecimiento de los planos musculares, especialmente aquellos más involucrados en mi secuencia de salto".

A tono con tus características, ¿dónde concentras tus potencialidades a la hora de saltar?

“Soy rápido en la carrera, aunque como te dije debo mejorarla. Mi potencia está en el despegue y el tiempo de vuelo durante los saltos. Mi carrera de impulso se compone de 17 pasos, con un volante previo corto de tres a cuatro pasos, y ataco con la pierna derecha”.

Osorio puntualiza cuestiones importantes

Mantener a un atleta insertado en la élite no es cuestión de coser y cantar. Por eso Daniel Osorio, entrenador de Juan Miguel y además Jefe Técnico del campo y pista en nuestro país inició su exposición asegurando que lo primero era estabilizar todo lo positivo materializado en el segmento precedente, entiéndase carrera de impulso, la relación de esta con el despegue y el trabajo en el aire.

“Juan Miguel está haciendo algo muy bueno durante su tiempo de vuelo. Se trata de dos movimientos o dos movimientos y medio (las conocidas bicicletas), estilo similar al de Iván Pedroso y otros saltadores históricos. Estamos en aras de perfeccionar este elemento que él logró dominar durante el curso pasado.

Pese a los problemas presentados con la pista, algunas limitaciones y ligero retraso derivadas de eso, por suerte del pasado, nos vimos obligados a buscar alternativas en el trabajo cotidiano”.

¿Alguna modificación o variación en su carrera de impulso respecto a la que le reportó esos dividendos en 2018?

“No, lo que sale bien o se domina, no debe de ser cambiado. Mantiene los 17 pasos con un volante ligero, pero los pasos los contamos a partir de la carrera oficial que es aproximadamente de 41-42 metros, con la pierna derecha como la de despegue. Se trata de eso, perfeccionar la carrera de impulso para ganar centímetros. Hablamos de seguridad y exactitud. Estabilizarla y conjugarla con el trabajo físico. Con sus potencialidades, el desarrollo progresivo es innegable, por eso no queremos apurarnos con nada ni violentar etapas”.

A propósito, ¿la lesión tuvo algo que ver con déficit físico?

“Nos cuesta trabajo aún hablar de la lesión y hallarle una explicación. Estamos enfatizando la parte terapéutica y te confieso que el año pasado ese componente lo trabajamos muy bien. De hecho, su recuperación fue casi inmediata, solo que para los Juegos de Barranquilla había muy poco tiempo.

Hoy estamos engranándolo con el trabajo terapéutico. El fisioterapeuta nos está ayudando mucho en lo que respecta a su restablecimiento en el día a día. Todo se está comportando muy bien”.

A pesar de ser este prácticamente un punto de partida, ¿las expectativas rumbo a Lima y el Mundial de Doha están situadas bien altas?

“Sí, tenemos un compromiso moral y deportivo con el pueblo. Nos creímos todo lo que podíamos hacer, pero nos quedamos con ese sinsabor de no poder culminar el año como lo proyectamos. Entonces saldremos a buscar en este los objetivos que nos tracemos”.

Cuestiones de interés

Para entender la evolución de Juan Miguel, quien culminó la temporada precedente con estirón de 8.68 metros y antes desde el 2014 había logrado marcas anuales respectivas de 7.47-8.05-7.96-8.28 y los mencionados 8.68 del 2018, someteremos a su consideración algunas pinceladas de interés:

Con 17 años Iván Pedroso ya se había estirado hasta 8.06 metros. En la temporada siguiente llegó hasta 8.22, registro que constituye el décimo de por vida en el escalafón de la especialidad. Echevarría atesora el escaño 14 avalado por sus 8.19, en tanto otros dos antillanos: Luis Bueno, y el mencionado Maykel Massó, aparecen anclados en el cuarto peldaño gracias a 8.28.

Cerró el año precedente con seis estirones sobre los 8.40 metros, cota que entre los mejores exponentes de la longitud en Cuba según el listado de todos los tiempos de la IAAF, únicamente Iván (8.71), Jaime Jefferson (8.53), Ibrahim Camejo (8.46), y Luis Felipe Meliz (8.43), han superado.

Ahora bien, hablábamos de la curva ascendente de Juan Miguel y sus 8.68 con 19 abriles. De nuestros mejores exponentes, únicamente Iván “El terrible” se le aproxima con 8.53 el 17 de julio de 1992 en Sevilla, España. Jefferson, por ejemplo, no había llegado a los ocho metros y en 1983, con 21, materializó 8.03 acá en La Habana. Camejo es otro que picó cerca pues atesoró 8.24 en el Estadio Panamericano con esa edad el 23 de febrero del 2002. Cierra la relación Meliz, dueño de 8.23 antes de cumplir los 20 años.

Ciertamente todos ellos, amén de sus marcas, descollaron en categorías cadete y juvenil, solo que algunos al chocar con la élite se mantuvieron al más alto nivel con resultados dignos, y otros se diluyeron en alguna medida.

Saliendo de casa y recalando en los mejores de todos los tiempos y sus cotas a esa edad, el recordista universal Mike Powell exhibía 8.06 metros; Bob Beamon no posee marcas registradas con esa edad, pero en la temporada 1967-1968 rubricó 8.30 en Detroit. El tridente norteño lo cierra Carl Lewis: el fenomenal hijo del viento se regaló un estirón de 8.62 días antes de su cumpleaños número 20.

Para culminar tenemos el trío integrado por el armenio Robert Emmiyan (8.13); el panameño Irving Saladino (apenas 7.39 por lo que pudiéramos decir que fue un saltador de progresión tardía); y el sudafricano Manyonga (8.19).

Hecha esta radiografía solo Carl Lewis e Iván Pedroso emulan a Juan Miguel teniendo en cuenta los mejores saltos con la misma edad.

La presente gira invernal del saltamontes agramontino debe incluir confrontaciones en Torun (Polonia), Birmingham (Reino Unido) y Dusseldorf (Alemania), sin descartar algún otro mitin que pudiera adicionarse y redondear su periplo por el Viejo continente.
Una mirada exhaustiva a quien hoy por hoy se puede considerar entre las principales cartas de triunfo del deporte cubano con el prisma de la cita bajo los cinco aros de Tokio 2020 en primer plano.

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