PERSONAJE HISTÓRICO: Víctor Jara (+Video y letra)
especiales
Fotografía tomada de https://www.hoyesarte.com
Nacido en Chile el 28 de septiembre de 1932, el reconocido cantautor hubiera cumplido 91 años si el fascismo no lo hubiera arrancado de esta tierra demasiado pronto. Víctor Jara también fue director teatral, actor, dramaturgo, libretista, profesor, y dedicó su intelecto a investigar el folclore y los instrumentos indígenas. Sin embargo, su mayor trascendencia la alcanzó como compositor y cantante, y, además de su música, quedó en el recuerdo por sus ideas progresistas que defendió hasta el último de sus días.
Hoy en CubaSí le dedicamos este texto para enaltecer su impronta.
Jara, de origen humilde y campesino, recibió desde pequeño la influencia musical a través de su madre Amanda Martínez, cantora popular, y más tarde artistas consagrados como Violeta Parra.
No obstante, antes de encontrar de manera definitiva el camino del arte, en su juventud debió trabajar en el campo y estudió contabilidad, después incursionó en el teatro atraído por la actuación y la dirección.
Fue en 1953 cuando se incorporó al coro de la Universidad de Chile e inició de manera formal su exploración en la música, aunque sin abandonar las otras formas de expresión que encontró en las tablas al punto de consolidarse durante la década de los 60 como uno de los directores más importantes de la escena chilena, reconocido tanto por el público como por la crítica especializada.
Sin abandonar el teatro, fue solista y compositor. Al mismo tiempo que se interesaba por la música popular, se dedicó a rescatar las tradiciones y a cantarle a las clases desposeídas. El grupo Cuncumén, los conjuntos Quilapayún e Inti-Illimani, y la Peña de los Parra se prestigiaron con sus dotes. Además, participó en cuanto evento cultural existió, de ahí que se universalizara su labor creativa.
Muy joven Jara se unió al movimiento músico-social de la Canción Chilena, con fuerte peso político. Entre sus objetivos, esta corriente pretendía ser herramienta de reflexión para motivar el cambio y reivindicar el folklore tradicional de los pueblos americanos. Sus integrantes eran identificados con la izquierda, y sus composiciones usualmente fueron mensajes de denuncia social.
Ya desde 1970 fue muy evidente su creciente compromiso como militante vinculado a ideologías populares, campañas y al gobierno del entonces presidente Salvador Allende. Su postura le costó la vida casi de inmediato cuando se hizo efectivo el golpe de Estado representado por el dictador Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
De acuerdo con los informes históricos, tropas del Ejército de Chile lo apresaron y durante varias jornadas fue víctima de abusos y posteriormente asesinado en el Estadio Chile, sitio utilizado por los militares como centro de detención y tortura, y que actualmente lleva el nombre de Jara.
Su masacre también es recordada cada septiembre por el estado en el que se encontró: acribillado por 44 disparos con armas de fuego, huesos rotos, y otros signos de tormento.
¿Por qué lo hicieron? Víctor Jara era ya considerado símbolo de la canción protesta. Comprometido con su entorno político, cantaba sobre el pueblo y sus problemas, por tanto, era una piedra en el zapato que hacía demasiado ruido y arrastraba a las masas. Quisieron callarlo, pero con su muerte, su legado creció, se convirtió en ícono, en símbolo de la brutalidad empleada desde el primer día durante el golpe de Estado en Chile; fue impulso para resistir, y su figura se internacionalizó hasta el día de hoy como uno de los pilares en la música latinoamericana.
Recordemos a Víctor Jara con uno de sus temas más conocidos, Te recuerdo Amanda.
Te recuerdo Amanda
Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo
No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él
Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Y tu caminando
Lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen florecer
Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha
La lluvia en el pelo
No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él
Que partió a la sierra
Que nunca hizo daño
Que partió a la sierra
Y en cinco minutos quedó destrozado
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Muchos no volvieron
Tampoco Manuel
Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica
Donde trabajaba Manuel
Añadir nuevo comentario