Roncar es molesto… y peligroso

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Roncar es molesto… y peligroso
Fecha de publicación: 
8 Mayo 2025
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Foto: Ingimage

Más de una pareja ha tenido sus conflictos porque uno de los dos ronca, y, en los extremos, las cosas han llegado hasta a poner en peligro la relación.

Pero no es ese el único peligro de tal molestia nocturna. Porque roncar no es normal, como algunos creen, y tampoco es un hábito inevitable del envejecimiento, ni es un asunto exclusivamente de hombres.


Foto: tomada de elespañol.com

La ciencia ha demostrado que podría ser una señal temprana de patologías como la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS), enfermedades cardiovasculares, trastornos neurológicos y deterioro cognitivo.

Roncar puede ser, en muchos casos, el primer síntoma de una obstrucción parcial de la vía aérea superior durante el sueño. Es dicha obstrucción la que provoca una vibración en los tejidos blandos del paladar, la úvula y la faringe, generando ese incómodo y a veces conflictivo sonido.

En el caso particular de la apnea obstructiva del sueño —esa enfermedad silenciosa que interrumpe la respiración varias veces por hora mientras se duerme—, esta puede acarrear hipoxia cerebral, daños al corazón, el cerebro y los vasos sanguíneos.

Según un estudio publicado en The Lancet Respiratory Medicine, entre el 35 y el 45% de los adultos que roncan cada noche padece, sin saberlo, algún grado de apnea del sueño.

Imagen: Mary Ann Zapalac / The StayWell Company

Esta condición no solo fragmenta el descanso nocturno, sino que activa de forma repetida el sistema nervioso simpático, puede elevar la presión arterial, alterar la regulación hormonal del apetito, así como venir acompañada por otros riesgos.

Pero lo más preocupante es que muchos roncadores no son conscientes del daño progresivo que su cuerpo sufre mientras duermen… y roncan.

Un informe de la Academia Americana de Medicina del Sueño revela que el 80% de los pacientes con apnea del sueño no han sido diagnosticados, y gran parte de ellos acudieron a consulta por cansancio crónico o hipertensión, no por ronquido.

Condicionantes para ser roncador

Los factores que disparan el ronquido y la AOS son variados, pero la obesidad está entre los más significativos: cada kilogramo adicional de peso aumenta la presión sobre el cuello y estrecha la vía aérea.

Dormir boca arriba, consumir alcohol antes de acostarse, fumar y usar sedantes también relajan la musculatura faríngea, creando condiciones en las paredes del conducto respiratorio para que emerjan esos ronquidos.


Foto: tomada de besthypnosisscripts.com

En los niños, las amígdalas hipertrofiadas son una causa frecuente. En adultos, la edad, ser del sexo masculino y poseer rasgos anatómicos como la mandíbula retraída o un cuello grueso son igual condiciones predisponentes.

Aunque roncar no duele

Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) reportan que la AOS puede incrementar en un 85% el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve y hasta Alzheimer. Aunque, para no ser alarmistas, el propio informe aclara que esta relación también parece ser bidireccional, ya que la prevalencia de AOS es más alta en personas con Alzheimer.

Pero no hay que volver la vista a otro lado, porque también un estudio de la Universidad de Sidney encontró que los niveles bajos de oxígeno durante el sueño en pacientes con AOS se vinculan con un menor grosor cortical en los lóbulos temporales, que son precisamente regiones implicadas en la memoria y el deterioro cognitivo.

Y concentrada solo en hombres de mediana edad sin otros padecimientos además de la AOS, una investigación publicada en Frontiers in Sleep reveló que ellos mostraban déficits cognitivos específicos en funciones ejecutivas, atención sostenida, memoria visual espacial, y también en el control de impulsos.


Foto: tomada de cuidateplus.marca.com

El vínculo entre ronquido y deterioro cognitivo parece estar mediado por la hipoxia nocturna y la inflamación sistémica, dos factores que dañan las conexiones neuronales y aceleran el envejecimiento cerebral.

Es así, a grandes rasgos, porque esa hipoxia intermitente afecta especialmente regiones cerebrales como el hipocampo y la corteza prefrontal, claves en la memoria y la función ejecutiva, a la vez que la misma hipoxia crónica estimula la liberación de citocinas proinflamatorias con sus negativas consecuencias.

El Dr. Eduard Estivill, una autoridad clínica y divulgativa en medicina del sueño en el mundo hispano, alerta que el ronquido debe tomarse como un síntoma médico tan serio como la tos persistente o el dolor torácico.

«Hemos trivializado el ronquido porque no duele, pero en muchos casos es el primer grito de auxilio del organismo. Detrás puede haber una apnea grave que interrumpe el sueño, deteriora la oxigenación y pone en jaque al sistema cardiovascular. Dormir mal no es un lujo, es una urgencia clínica», sentencia.

Vírate de lado, mi vida

Aseguran que un tratamiento eficaz para la AOS moderada o severa es el uso de un dispositivo llamado CPAP (presión positiva continua en la vía aérea), que mantiene abierto el conducto respiratorio mientras el paciente duerme.

Su eficacia es del 95% si se usa correctamente, pero casi un tercio de los pacientes lo dejan antes de cumplir seis meses, porque es algo molesto. También hay otras alternativas, pero se continúa en la búsqueda médica de la mejor y menos incómoda.

Pero mientras esa llega, hay soluciones sencillas:


 Foto: Shutterstock

-Dormir de lado en lugar de boca arriba puede reducir los episodios de ronquido en un 60%.

-Bajar de peso disminuye el índice de apnea en pacientes obesos.

-Evitar el alcohol al menos tres horas antes de dormir mejora la oxigenación.

Y como dice el Dr. Estivill, «el primer tratamiento es la conciencia: dejar de considerar el ronquido como una broma o una molestia menor, y asumirlo como una señal que debe ser escuchada».

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