Matanzas se mete en la semifinal, leñadores sin hachas certeros en defensa

De nuevo volvimos a partidos sin lucidez, que ha sido la tónica de esta final, solo que en esta oportunidad se invirtieron los papeles y fueron los guantes y brazos tuneros los que acusaron “Parkinson” para con cinco errores sucumbir en las mandíbulas de los Cocodrilos 7-11.

Un partido que por sus características iniciales muchos pudieron pensar que se iba de un solo lado. Mordieron rápido los de Armando Ferrer los envíos del abridor Ángel Sánchez, con un cuadrangular oportuno de Yadir Drake con Jefferson y Mujica en los cojines.

 Ya habíamos comentado que de cara a este desafío el bullpen yumurino se veía más holgado que el de sus rivales para sortear posibles embates ofensivos de sus contrarios.

Se cumplió en gran medida nuestra profecía, pues en el segundo episodio explotó Sánchez sin sacar un out. Par de sencillos en línea decretaron su expulsión y prendieron la mecha de otro rally, esta vez de cuatro anotaciones.

Tampoco pudo contener la hemorragia de los campeones Keniel Ferraz el mayor rescatador de los tuneros con cinco en etapa regular, pues en ese episodio se conjugaron cinco indiscutibles y un pelotazo, incluido un doble del propio Drake, indiscutiblemente la bujía de su novena, con seis cohetes en siete turnos, doble y jonrón incluidos, además de siete remolques.

Los matanceros contaron con la ayuda desinteresada de los serpentineros de Las Tunas, los cuales propinaron una decena de bases por bolas, incluidas tres intencionales.

Tras ese comienzo sumamente incierto, YUasel Luis Labrada logró contener la furia de los monarcas regentes por 5.1 innnigs en los que no permitió anotación, amén de soportar cinco inatrapables y conceder cuatro pasaportes gratis a la inicial.

Mientras, sus huestes se encargaban de igualar la pizarra, con la dupla de Yosvany-Yordanis Alarcón tirando del carro, fletando cinco de esas siete anotaciones.

Fueron bateados con relativa comodidad Naykel Cruz y David Mena, antes de que en la baja de la sexta se encaramara uno de los puntales del staff, el diestro Joel Suárez, quien dio otra demostración de hermetismo, con milimétrica distribución de sus comandos y espaciando tres hits sin permitir anotaciones, al tiempo que recetó tres ponches en cinco actos y dos tercios.

Consiguió el espigado lanzador su segunda sonrisa de la actual postemporada con un rescate, y la igualada de su elenco pone esta serie al mejor de siete al rojo vivo, al menos en materia de rivalidad, porque es bien cierto que la calidad de los partidos, fundamentalmente guante en mano, ha dejado mucho que desear, más allá del componente presión que lógicamente sabemos se exacerba en duelos de este calibre.

Con abrazo a siete se llegó al noveno episodio, y los vencedores aprovecharon precisamente la brecha defensiva de la tropa de Civil para facturar el rally decisivo en la alta del undécimo.

Cinco incogibles, otras tantas carreras y par de marfiladas se combinaron para decretar el veredicto. Alberto Pablo Civil y Yosbel Alarcón, dos de los hombres de mayor confianza de Pablo Civil en roles de relevo, soportaron el castigo definitorio.

Con semejante mal, poco restaba por hacer en la conclusión de ese choque.

Este viernes, como si la película estuviese recién iniciada, volverán a subirse al box el derecho Carlos Juan Viera y el zurdo Yoanni Yera. Ojo, si sus respectivas defensivas no los acompañan, se reducirán notoriamente, como hasta ahora, sus opciones de emerger airosos.

Pero eso está por verse, a partir de la tarde de este jueves lo sabremos frente a nuestros telerreceptores.

Usted, al igual que este cronista, no permita que se lo cuenten.