Veinte años con Lizt

Hay quién confía más en el trabajo que en la suerte. Lizt Alfonso, por ejemplo. Hace veinte años esta bailarina y coreógrafa se lanzó a una aventura que mucha gente pensó imposible: crear una compañía de ballet desde la nada, prácticamente sin apoyos institucionales.

Eran ella y unas cuantas muchachas, egresadas de cursos de danza española, gente con muchos deseos de bailar. A Lizt le bastó. Enfrentó los muchos inconvenientes —circunstancias económicas, materiales… y personales—, impuso una disciplina férrea, creó… En unos años ya era una agrupación reconocida, aunque todavía no formaba parte del sistema del Ministerio de Cultura. Pero la calidad primó, y ahora uno visita la sede de la compañía y se asombra de que todo lo que ve haya sido fruto del empeño.

Lizt, sin embargo, sigue trabajando como el primer día. Ella misma lo dice: “acabo con el proceso de una obra y ya estoy pensando en la que viene”. De esa energía hablan sus grandes coreografías, que han ido perfilando un estilo que comenzó con mucha influencia de las danzas folclóricas españolas, pero ya es un prodigio de múltiples “fusiones”. Lo que hace Lizt ahora es más universal, y al mismo tiempo más cubano. Es, al mismo tiempo, danza y teatro musical. Son auténticos espectáculos.

La compañía ha tenido que crecer hasta el punto de poder defender puestas de mucha complejidad, no solo en el aspecto de la danza. Lizt ha reunido en su sede a un grupo de importantes profesores, que imparten en los talleres docentes ballet, danzas folclóricas cubanas y españolas, danza contemporánea, actuación… Las muchachas que se gradúan están listas para asumir un espectro muy amplio de estilos.

La empresa —porque eso también es, en el mejor de los sentidos— ya cuenta con una compañía profesional con dos elencos, un ballet juvenil, una academia… Todavía está pendiente la inclusión de bailarines masculinos, algo que la directora cree necesario para futuros proyectos artísticos.

Pero ya hay mucho para celebrar. Desde el 27 de octubre, en el teatro Karl Marx, la agrupación ofrecerá una pequeña pero intensa temporada de aniversario. El espectáculo —en el que participará toda la compañía, incluidos los más jóvenes— incluirá fragmentos de las principales piezas del repertorio, un singular panorama del trabajo ascendente en estos veinte años. El principal atractivo será un avance del más reciente espectáculo de Lizt, el musical Amigas, que fue estrenado con éxito de público y crítica en Alemania.

Para ver la puesta íntegra, los cubanos deberán esperar algo, pues Amigas precisa de un equipo tecnológico que ahora mismo no está disponible en Cuba. Y Lizt pretende hacer el estreno en La Habana sin hacer concesiones, pues cree que el público que la ha seguido desde el principio merece disfrutar de la obra en su esplendor. De hecho, después de que se estrene en La Habana, la compañía saldrá de gira por varias ciudades del país. Pero presentarán Amigas solo en los teatros que tengan las condiciones. “Los que no puedan verlo en vivo, podrán hacerlo por televisión”, matiza Lizt.

Amigas será el plato fuerte del año de celebraciones que prepara la compañía. Pero habrá más funciones en La Habana. Y por supuesto, también será un año intenso en giras internacionales: la primera de ellas comenzará en noviembre, en los Estados Unidos, como parte del como parte del Fall for Dance Festival, en el New York City Center, un evento que cada año reúne a cinco prestigiosas compañías del mundo.

Al Ballet de Lizt Alfonso le toca cerrar el espectáculo central. La gira por New York incluye también dos funciones en el Teatro del Guggenheim Museum, que será sede del Works and Process, una cita que agrupa a coreógrafos del mundo para que expongan sus experiencias. El programa de los cubanos incluye fragmentos de tres espectáculos: Fuerza y compás, Pa´Cuba me voy y Amigas.

Lizt Alfonso planea tomarse unas vacaciones al final del año —y junto con ella, toda la compañía—, pero el 2012 los sorprenderá otra vez trabajando en salones y escenarios. Ya se ha dicho: A Lizt nadie le regaló nada, todo lo consiguió trabajando.