Leonel Suárez: «A mal tiempo, buenísimas marcas»

Leonel Suárez: «A mal tiempo, buenísimas marcas»
Fecha de publicación: 
5 Octubre 2012
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A mal tiempo, buena cara. Así reza un adagio del refranero popular cubano. Si fuéramos a hacerle una adaptación justa para lo acaecido al decatlonista Leonel Suárez en este 2012, bien pudiera ser: A mal tiempo, buenísimas marcas…

Sucede que la temporada que cerró por todo lo alto en los Juegos Olímpicos de Londres, al colgarse el metal de bronce con excelente registro de 8523 puntos, estuvo plagada de infortunios, y solo apelando a enorme capacidad de respuesta, óptima disposición y competitividad extrema, pudo sortearlos todos y emerger airoso. Tanto es así, que esta semana retornó a los entrenamientos en el Estadio Panamericano, y confieso haberlo visto en plenitud de forma física y con su enfoque habitual.

Sobre su preparación gris, explicó sonriente su mentor Gabino Arzola:

«Después de la tempestad viene la calma, ahora sonrío, pero fueron meses de incertidumbre, preocupación. Un año muy malo, con una enorme compensación final, pero malo. Leonel no llegó al 70 por ciento de cumplimiento del plan de entrenamiento, se violaron etapas, fue como trabajar por retazos, al punto de que solo pudo hacer un decatlón y medio oficial antes de Londres, el de Gotzis, Austria, correspondiente al World Challenge, pues en la parada de Ratingen, Alemania, sufrió una ruptura del bíceps medial del muslo derecho».

«Antes, como todos conocen, presentó problemas de descompensación en su presión arterial, lo que provocó un retraso de casi dos meses en ese arranque de año y nos obligó a variar la estrategia y profundizar el trabajo con los saltos y los lanzamientos —por las características físicas de Leonel debieron fortalecer las carreras, pero eso podría provocarle variaciones en su tensión nuevamente—. Lo bueno es que cada obstáculo se convirtió en un nuevo punto de partida y que las condiciones excepcionales de Leonel posibilitaron alcanzar los resultados», sentenció el entrenador del holguinero desde el 2006 y con quien mantiene una química envidiable.

Diez pruebas con el protagonista…

Cuando usted tiene la posibilidad de hablar de cerca con Leonel, se da cuenta de que el atleta de 25 años, 1.81 metros de estatura y 76 kilogramos de peso, posee una capacidad psicológica tremenda, consciente de sus objetivos, bien definido cada uno. Por eso no dudé ni un ápice cuando me comentó que a la capital británica llegó con la reserva, apoyado en la experiencia con que cuenta y la forma en que la aplicó para cada entrenamiento, y su total enfoque psicológico. Solo así pudo hacer resistencia y acechar a los estadounidenses Ashton Eaton, plusmarquista del orbe (fenomenal 9039) y dorado bajo los cinco aros con 8869 unidades, y Trey Hardee (8671).

—¿Qué sucedió en Ratingen?

—Corrí los 100 metros y sentí una pequeña molestia, continué mi decatlón, pero se agudizó en mi primer intento del salto de altura (cuarta prueba) y tuve que abandonar.

—El momento crucial de Londres…

—Ya tú lo dijiste, crucial. Llegué con muchas interrogantes, incluso la deuda de entrenamientos me pasó factura en la pértiga (concluyó con 4.70 metros ese evento). Requiere de un mayor componente técnico y para rebasar esa altura necesito hacer un cambio de garrocha para otra que soporte mayor peso, algo que prácticamente no hice en todo el año y me sentí perdido. En cambio hice marca personal en longitud (7.52) y mi segundo mejor registro en la jabalina (76.94). Después de lanzar el dardo sabía que podía hasta disputarle la plata a Hardee.

Fueron esas modalidades, junto a la altura (2.11), los 110 con vallas (14.45 segundos), y los 400 m (49.04), las que metieron a Leonel de a lleno en la pelea.

—¿Complementos para acariciar la gloria?

—La compenetración con Gabino, además de buena comunicación coincidimos en cualquier criterio sobre los planes de entrenamientos, cambios, está muy instruido sobre cuestiones técnicas y teóricas, en fin ha sido pieza fundamental no solo en este, sino en todos mis resultados hasta ahora.

En Londres tuve mi arma secreta, mi novia de tres años Yesenia Villareal, recordista nacional de México en salto de longitud (6.35) y triple (13.61), siempre me apoya, pero el tenerla ahí esta vez constituyó un complemento emocional importante.

Y siempre pienso en mi familia, la materna en Holguín, y la paterna en Santiago de Cuba.

—El futuro… y el horizonte de tus rivales.

Acabo de comenzar mis entrenamientos, pero desde ya me siento en condiciones de saltar a otro nivel, perseguir a los norteamericanos. Este 2012 con tantas interrupciones y ese 8523 son un factor de coincidencia, una especie de cábala para intentar acercármeles más y superarlos. Me siento mejor, ahora soy un decatleta más completo. Eso se lo tengo que agradecer a mis problemas pasados de presión.

Puede parecer contradictorio, pero de mis rivales de la elite es justamente con Eaton con el que mejores relaciones sostengo, tenemos excelente comunicación, pese a la diferencia de idioma.

Claro, en competencia es bien distinto.

Compacto, tal y como se siente tras cerrar este 2012 en el cuarto lugar del ranking mundial tras Eaton (9039), Hardee (8671) y el alemán Pascal Behrenbruch (8558), así se comportó Leonel en las diez pruebas a las que lo sometí. Sin embargo en su mente pesa muchísimo el salto hacia ese otro nivel. En busca de él y de sus rivales va, hacia esa meta ya perfila su trabajo. Muchas batallas tendrá en el futuro. Esperemos emerja con otras tantas buenísimas marcas de ellas.

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