Pablo FG en A la hora de Lola

Pablo FG en A la hora de Lola
Fecha de publicación: 
16 Agosto 2022
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En la tarde de este pasado lunes el periodista Alexis Triana, en su acostumbrado espacio de debate y reflexión, A la hora de Lola, tuvo como invitado especial al reconocido músico cubano Pablo Fernández Gallo, Pablo FG para el mundo del arte. La entrevista que elocuentemente nuestro invitado respondió tuvo como objetivos repasar la carrera del cantante, ya próxima a cumplir sus 30 años, y explorar sobre sus más recientes lauros en el ámbito laboral. Además, era necesario escuchar su sentir sobre un tema controversial del mundo de la música en la Cuba del 2022.

Entre anécdotas de viajes e historias desconocidas comenzó el espacio dejando a la vista al invitado como un hombre que se reinventa, activo, espontáneo, que siempre busca algo nuevo que hacer. De ese mismo deseo nace el más reciente disco, en el que participa como productor, sobre la obra de la ilustre Celina González, y que acaba de ganar un Premio de Honor en la más reciente edición del Cubadisco.

Sobre ello comenta que a pesar de ser reconocido como un representante de la música popular bailable cubana, se sintió atraído, primeramente, por la exquisita obra de Celina, pero al mismo tiempo no entendía la poca visibilidad que tenía en estos tiempos. Es entonces que se pone a investigar y buscar la mayor cantidad de piezas musicales posibles de la cantante con el fin de hacerle un homenaje en forma de fonograma. En este participan diversas jóvenes cantantes cubanas, rostros no tan visibles.

Para concluir el programa con un poco de controversia, Triana le hace una polémica pregunta al invitado: ¿A qué se debe la separación entre el gusto musical actual de los jóvenes cubanos con la música popular bailable de nuestro país?

Ante tan difícil pregunta, Pablo con mucho cuidado responde:

Yo, que tengo una experiencia de 30 años y una visión panorámica, te puedo decir que es un fenómeno sociocultural que está marcado por la concepción musical. Se trata incluso, desde un punto de vista social, de los manejos de promoción y publicidad con la preferencia de los contenidos. Hemos sido testigos de otras sociedades, que a pesar de consumir y apropiarse de nuevos elementos culturales son capaces de conservar su identidad cultural, lo que resulta en una mezcla de elementos autóctonos y foráneos, pero nunca se pierde su esencia nacional. Es una bendición para mí haber sido parte del desarrollo cultural y musical del país, lo que me ha permitido ser un eslabón importante para nuestra identidad como cubanos. Esta música que ha venido después, que no contiene todo nuestro contenido cultural, no es nuestro patrimonio, no es la que nos identifica.

 

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