¿Por qué el Che ha sido objeto de tantas recreaciones artísticas?
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La imagen de Ernesto Guevara de la Serna ha sido, es, motivo de inspiración para muchísimos artistas cubanos y de otras nacionalidades. Foto : Alberto Díaz (Korda)
La imagen de Ernesto Guevara de la Serna ha sido, es, motivo de inspiración para muchísimos artistas cubanos y de otras nacionalidades. Eso pasa con las personas que se erigen en mitos, en símbolos, en referencias universales. La particular visión de cada creador nos ha devuelto un Che disímil, idealizado por momentos, por momentos abordado desde un realismo decidido, con el vuelo metafórico, con implicaciones filosóficas y políticas. No se debería confundir la persona, la personalidad y el personaje, pero el artista no se detiene en esas consideraciones, más bien pragmáticas. El Che alumbrado por las artes responde a impulsos y compromisos que no se pueden uniformizar, que pueden llegar a ser, incluso, contradictorios; el arte, se sabe, es ámbito de absolutas subjetividades.
¿Por qué el Che ha sido objeto de tantas recreaciones artísticas? Primero que todo, por su peculiar estatura romántica. Para muchos de nosotros, el Che es el héroe idealista… que al mismo tiempo lucha por concretar esas utopías. Hay en su itinerario vital, revolucionario, numerosos hitos, que le dan color y grandeza a su historia personal. No era una persona simple: anidaban en él conflictos y lidias, en permanente ebullición. Su sentido de la ética, del deber, no le permitía la observación distante de los problemas del mundo. Algunos creen que era un soñador; otros, un loco. Lo cierto es que enfrentó desafíos que la mayoría de las personas no se plantearían, sin detenerse ante lo titánico del esfuerzo. Todo por el convencimiento de que la superación, la plena dignidad del hombre, era, más que sueño, posibilidad cierta. Puede que algunos no compartan esa visión de la vida, pero merece respeto. De ahí que muchos artistas lo consideren un Quijote del siglo XX.
Otra razón: la belleza del referente. No es una razón menor, mucho menos si hablamos de arte. La imagen del Che era (es) poderosa, muy plástica, empática. Basta con ver el más célebre de sus retratos, el que le hiciera Korda, ese que se ha convertido en uno de los íconos más reproducidos y versionados del mundo. Imanta esa mirada, esa expresión; inquietan, seducen. Los rasgos armoniosos redondeaban esa apabullante personalidad. Por eso el concepto, la ideología, la dimensión histórica, van acompañados de una visualidad contundente.
Pintura, fotografía, diseño, música, danza, teatro, literatura, cine, televisión… Ernesto Che Guevara es una presencia recurrente. Y la profundidad de su pensamiento y su abultadísima hoja de ruta reservan siempre nuevas aristas a los artistas e intelectuales. Al final, estamos hablando también de un símbolo cultural. Por eso, aunque no solo por eso, sigue motivando tantos debates y homenajes.
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