Déficit de cigarros en la red minorista, obliga a regular la venta en los territorios
Ante los incumplimientos en las entregas de cigarros a la red de comercio minorista, por el impacto de la COVID-19 en las fábricas productoras, roturas y falta de insumos importados, la venta de ese producto se ha visto regulada en todo el país por los gobiernos locales de conjunto con las direcciones provinciales de Comercio Interior (MINCIN).
El déficit ha sido de tal magnitud que se ha orientado ofertarlo por la libreta de abastecimiento y solo para mayores de 18 años, en tanto la cantidad de cajetillas per cápita está en correspondencia con los volúmenes que por momentos pueda ofrecer el Grupo Empresarial Tabacuba a los territorios, dijeron a la prensa representantes del MINCIN.
Leticia Ojeda Reyes, directora comercial del Grupo de Alimentos, y Marco Aguirre Carvajal, subdirector de Alimentos de la Empresa de Comercio de La Habana, explicaron que el cigarro conserva su clasificación de liberado, por lo cual no se acumula ni se pasa “la cuota” de un mes a otro, máxime cuando es inestable e insuficiente su entrega por el suministrador.
A tono con esta situación por ejemplo, en la capital, en sus mil 714 bodegas y demás unidades de comercio minorista por estos días deben venderse por consumidor -mayores de 18 años- tres cajetillas de Criollo, marca proveniente de la fábrica Lázaro Peña, de Holguín, la mayor productora de ese tipo de cigarros preferente entre muchos fumadores habaneros.
En los últimos días el territorio recibió 4,2 millones de cajetillas, una parte de las cuales también se destina a la gastronomía, volumen muy distante aun de la demanda existente, además de que no deja de ser cierto cómo aún en medio de la venta regulada y de otras medidas hay acaparamiento y reventa -a precios muy abusivos- en el mercado negro, tal cual se denuncia en las redes sociales.
Ojeda Reyes subrayó que junto a los problemas con materias primas que necesita Tabacuba, entre ellas el papel de envoltura, el nylon y el pegamento, también ha habido dificultades con la transportación desde las fábricas hacia los territorios.
Aclaró que tampoco se ha podido garantizar las entregas de tabaco y fósforo, ambos productos liberados.
En recientes declaraciones a la ACN directivos del mencionado Grupo Empresarial de la Agricultura señalaron que la paralización por el impacto de la COVID-19 y roturas imprevistas de fábricas productoras como la Lázaro Peña, y la no llegada a tiempo al país de insumos, han provocado bajos niveles de disponibilidad de cigarros en el mercado interno.
José Liván Font Bravo, vicepresidente primero de Tabacuba, y Raúl Hernández Ferrer, su director de Industria, explicaron que al cierre de septiembre la producción se ejecutó solo al 81 por ciento, y recordaron que ya desde finales de 2020 también la falta de financiamiento venía impactando en la compra de papel de envoltura, marquillas y piezas para las fábricas de esa línea económica.
Tales dificultades ocasionaron atrasos en las entregas de cigarros al Comercio Interior, pero hoy la situación empieza a revertirse al contarse con cierto nivel de financiamiento y gracias a la paulatina recuperación de las entidades afectadas por la pandemia, entre ellas también la Ramiro Lavandero, en Ranchuelo, Villa Clara, y Segundo Quincosa, en la capital.
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