Tiroteo en Nueva York reabre debate sobre armas en EE.UU.

“Nueva York es la urbe más segura del país, pero no inmune al problema nacional de violencia de armas de fuego”, afirmó el alcalde de la ciudad, Michael Bloomberg, en rueda de prensa acompañado del jefe del Departamento de Policía, Raymond Kelly, para informar sobre lo ocurrido.

Las autoridades indicaron que los muertos son el atacante, identificado como Jeffrey Johnson y abatido por la Policía, y uno de sus excompañeros de trabajo, de 41 años, al que fue a ver con la intención de matarlo, mientras nueve personas resultaron heridas, algunas de forma accidental por disparos de la Policía.

A menos de tres meses para las presidenciales, el alcalde neoyorquino ha pedido en repetidas ocasiones al gobernante Barack Obama, y a su contrincante en las elecciones, el candidato republicano Mitt Romney, que presenten sus propuestas para mejorar el control de las armas en este país.

Atacante era un desempleado

Johnson, de 53 años, fue despedido el año pasado de una empresa cuyas oficinas están frente al emblemático edificio del centro de Manhattan, donde trabajaba diseñando complementos para mujer.

Tras los disparos iniciales, el hombre guardó en una bolsa el arma, una pistola semiautomática calibre .45, y salió andando por la calle 33, donde fue interceptado por unos agentes que fueron alertados por un trabajador de la construcción, momento en el que intentó sacar de nuevo el arma y fue abatido por la Policía.

Este nuevo incidente ha vuelto a reabrir el debate sobre las armas en Estados Unidos, país donde todavía está fresco el recuerdo de dos matanzas ocurridas en el último mes, una en un templo de la comunidad sij en Wisconsin donde murieron seis personas, y otra en una sala de cine de Colorado que dejó 12 muertos.

“Es una terrible tragedia y no hay duda de que podría haber sido peor”, afirmó  Bloomberg, que está al frente de “Alcaldes contra las armas ilegales”, una iniciativa fundada hace más de cinco años por unos 15 concejales que aboga por cambios legislativos que ayuden a frenar el tráfico ilegal de armas.