Gira: obra nueva de hombres y mujeres nuevos

Un grupo de creadores cubanos anduvo Cuba, de “la punta al cabo” en la geografía de la isla y podría decirse que también de extremo a extremo en su espiritualidad: recorrieron las escuelas de arte y los centros penitenciarios, compartieron el arte donde naturalmente se planta su semilla y lo fecundaron donde los prejuiciados nunca irían a buscarlo.

Eso ya no es noticia. Sucedió entre los últimos meses de 2011 y los primeros de 2012, pero la lente aguda de un joven realizador audiovisual, Ernesto Sanchez, recogió episodios de la Itinerancia artística de la Punta al Cabo y la Isla también que protagonizaron los artistas de la plástica en el documental Gira, presentado en la más reciente edición del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

El estreno de Gira sirvió para reunir nuevamente la obra de Ernesto Rancaño, Eduardo Abela, Pedro Pablo Oliva, Juan Carlos Balseiro, Alexis Leyva Machado Kcho, Laura Portilla, Lisandra Ramírez, Mabel Poblet, Sándor González, Pedro Abascal, Jorge Otero, Andy Rivero, Osmeivy Ortega, Vicente Bonachea y Liborio Noval en una muestra homónima que permanece abierta al público en la sede del proyecto cultural Vitrina de Volonia, ubicado en la Plaza Vieja del casco histórico habanero.

Ernesto Rancaño soñó llevar a sus amigos en aquella gira por las entrañas de Cuba y también los convocó a reencontrarse en esta Gira que ahora nos muestran ¿como una confidencia sobre lo experimentado?

“La gira estuvo acompañada por un equipo del ICAIC que fue a documentar todo, de ahí salió un audiovisual con el tema de lo que se hizo durante la itinerancia y esta exposición se organizo para mostrar el documental, para acompañarlo ahora nosotros, como parte del festival de cine. En principio se pensó pedirles que hicieran algo directamente basado en la experiencia de la gira, pero ya la gira le había dejado algo a la gente adentro, muy fuerte, el trabajo sobre todo en prisiones es muy fuerte, así que finalmente pedimos que dieran una obra nueva, realizada después de la itinerancia, o sea, ya después de haber vivido eso, después de estar en las prisiones, exponer cómo estaba la obra de cada uno, cómo había cambiado, mostrar su nueva obra, en este sentido las piezas son nuevas…”

¿Y desde tu percepción hubo efectivamente cambios en la obra de los artistas desde que comenzaron el proyecto hasta el trabajo que ahora exhiben?

“Yo creo que sí, por lo que me comentan los propios artistas y juzgando por mí mismo, que esta era la segunda vez y me volvió a dar un batacazo, yo pienso que sí, que a todo el mundo le haya marcado. Por las obras que vi ahí en la exposición sí, hay cambios. Creo que cambió y no solo por el trabajo en las prisiones, sino por recorrer la isla, ver la isla, estar juntos, es un grupo de artistas que están juntos ys e está comentando la obra se están diciendo cosas…”

Decías que para ti era la segunda vez, ¿el recorrido con el cantautor Silvio Rodríguez por las prisiones fue la motivación para esta iniciativa?

“Desde la primera vez que yo hice la gira por las prisiones con Silvio a mí me dejó una impresión muy fuerte y yo siempre quise compartirla con gente que quería, con allegados, con amigos.

La idea de hacer esto surgió en casa de Bonachea, que al Bona le estaban haciendo un documental y había una parte que era el Bona y sus amigos y entonces estábamos citados Abela y yo y ya casi al final de la filmación que nos quedamos hablando, entre los tres dijimos, por qué no hacemos una gira como hacen los músicos, no sé, Van Van graba un disco y antes de salir a presentarlo afuera hace una gira nacional para presentarlo y enseñarlo aquí, entonces a esta gente le gustó, hablamos con Rubén del Valle, con el Consejo y salió. Al principio era una exposición itinerante por las galerías de los municipios capitales de las distintas provincias, después eso fue creciendo, se incrementó y entonces se trataba de tener un contacto en las escuelas de arte y después yo aquí pensando siempre me quedé con la idea de las prisiones y Silvio siempre dijo que eso tenía sentido si tenía reincidencia, si era una cosa que se repetí, o sea un hecho aislado de que él vaya con un grupo de artistas haga un espectáculo para ellos y se vaya no tiene sentido si no se repite y hablamos para incorporar eso y así fue como entonces surgió lo de las prisiones.

Esto también es una consecuencia, un brazo más de la Brigada Marta Machado que fundó Kcho, porque somos muchos allí, Balseiro, Sándor, Alex, que estuvimos en lo otro y entonces sigue siendo, es como un brazo de la brigada, tampoco es un hecho aislado.”

Junto a nombres ya muy conocidos participan en Gira un grupo de creadores muy jóvenes ¿Por qué?

“Fue la intención desde el principio, pues uno se ha dado cuenta, a partir de la propia Brigada, que sí sirve este trabajo, que le sirve a las personas y a uno también, que es una escuela más y a partir de ahí se llamaron algunos estudiantes del ISA que se estaban recién graduando y otros jóvenes que ya estaban graduados a vivir esa experiencia”.

En cuanto al documental ¿lo consideras una buena memoria de la experiencia?

“La experiencia es realmente muy intensa y a mí el documental me conmovió. No está todo lo que uno vio, pero eso se lo reclamamos solo la gente que estuvimos, que le decíamos oye pero no pusiste esto, pero faltó esto y Ernesto me decía, oye, pero yo tenía una cámara que era por donde yo veía, o sea, ustedes están viendo cada uno cosas diferentes, 16 personas cada uno viendo y teniendo motivaciones, él recogió sus impresiones y trató de recoger las de nosotros, el trabajo de nosotros. Para mí le falta, por mí pudiera tener dos horas, pero es por lo que uno vivió, pero para un espectador que no estuvo allí yo creo que sí, que está bien, que es una buena memoria de lo que se hizo”.

¿Han pensado en el modo de que el documental sea visto por los otros protagonistas de esta gira, quienes los recibieron en las escuelas de arte, en las penitenciarías…?

“Sí, eso se está coordinando, por lo menos por la parte de prisiones se está organizando ya para llevar el documental y presentarlo en cada prisión, ya de ahí se aprovecharía para ponerlo en las localidades y en las escuelas de arte”.

Hace algunos años te pregunté lo que significaba Cuba para ti, la respuesta breve y precisa fue: “es mi novia” ¿Qué implicaciones tuvo este reencuentro con Cuba para ese compromiso?

“Ha crecido más el amor y también me he dado cuenta de que necesita más ayuda, necesita más de este tipo de cosas, de que hagamos más por ella”.

¿La Itinerancia artística de la Punta al Cabo y la Isla también terminó aquí o hay algún proyecto para darle continuidad?

“Cuando la Bienal, estuvieron aquí unos brasileños que hacen un trabajo similar en Brasil, pero en prisiones de menores, o sea, niños y adolescentes, son un artista de la plástica y un cineasta, son dos, pero bueno, hacen ese trabajo y hacen talleres y eso, a partir de ahí ellos se motivaron, o sea, encontraron un paralelo, vieron gente de otro lugar haciendo lo mismo y hemos hecho un proyecto conjunto ahora, que se está coordinando, se está produciendo, que es ir este grupo de artistas que fuimos a Brasil a hacer lo que hicimos aquí, pero en sus locaciones, son tres comunidades pobres de Brasil y creo que tres prisiones de menores también y después vendríamos a La Habana con ellos incorporando su proyecto que se llama Nós na Tela se han incorporado cosas nuevas al proyecto, o sea, ya a partir de su experiencia y la de nosotros venir y hacer el trabajo en tres ciudades de oriente, tres del centro y tres del occidente.

"El otro proyecto que se está formando ahora, que quiero hacer igual es por los hospitales psiquiátricos de todo el país. Este se va a llamar Lo cura”.

Así nos despedimos de Rancaño, lleno de propósitos surgidos del alma como una ofrenda, como un abrazo generoso o un grito de dolor que siendo de otros ya no es ajeno. Ahora esperando que se junten voluntades para impulsar esta cruzada contra la locura, basada en la premisa sublime de que el arte lo cura todo.