Fracaso climático: Solo para «lavar la cara»

En este artículo: 
Fracaso climático: Solo para «lavar la cara»
Fecha de publicación: 
20 Noviembre 2022
0
Imagen: 

Los estudiantes se toman un día libre en sus escuelas para hacer huelga, generalmente los viernes, y exigir que las personas mayores que ocupan cargos de poder tomen medidas urgentes para abordar la emergencia climática.
 

Cuando a la reconocida internacionalmente activista medioambiental sueca Greta Thunbergh se le preguntó si iba a estar presente en Egipto al igual que lo hizo en Escocia para participar en la cumbre mundial sobre el clima, la joven de 19 años respondió que para qué iba a hacerlo, si allí los principales responsables tratarían de «lavar la cara» de su culpabilidad por ese crimen contra la humanidad.

Fue muy clara al manifestar que la lucha contra el cambio climático está ligada al combate contra el capitalismo de Occidente, al que tildó de racista y opresivo, y pidió una transformación del sistema sustentado sobre la explotación de las personas y el planeta, que es lo que ha causado la tragedia. 

Lo expresado por Greta no está nada alejado de la verdad, porque la representación alemana admitió que no se había avanzado, pero que tampoco retrocedido, nada plausible, cuando era necesario que se llegara a acuerdos que ayudaran a salvar a la Humanidad.

Asimismo, es destaque la intervención del presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para que se celebrara una reunión similar en el 2025 en su país, un gran depredador del medioambiente durante la gobernanza de Jair Bolsonaro, por su masiva y constante destrucción mediante el fuego de la Amazonía, llamado el «pulmón del planeta», en beneficio de industrias extractivas extranjeras y empresas nacionales.

Al margen de los debates, quizás una de las noticias más importantes llegó desde Bali, indonesia, donde los presidentes de China. Xi Jinping, y Estados Unidos, Joe Biden, en ocasión de la reunión del Grupo de los 20, acordaron reanudar los contactos al respecto, suspendidos tras recientes injerencias norteamericanas en los asuntos internos chinos en Taiwán.

Ambas naciones son las más envenenadoras del medioambiente.

Un comunicado chino destaca la necesidad de que ambos países refuercen la cooperación y jueguen juntos un papel clave en la lucha contra el cambio climático, la seguridad alimentaria y otros desafíos globales.

Muchos asuntos sin resolver

A pesar del arduo trabajo de los negociadores para redactar un informe que sea creíble, lo cierto es que no se llegó a nada sustancial en el evento finalizado este viernes 18 de noviembre.

Como se recordará, la conferencia de dos semanas en el balneario egipcio de Sharm el-Sheij arrancó con fuertes pedidos de los líderes mundiales de mayores esfuerzos para reducir las emisiones de gases de invernadero y ayudar a los países pobres a lidiar con el calentamiento global.

Los científicos dicen que la cantidad de esos gases arrojada a la atmósfera debe ser reducida a la mitad para el 2030, a fin de cumplir los objetivos del Acuerdo de París. El pacto del 2015 limita el aumento de las temperaturas a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) para el final del siglo, pero dejó a los países decidir cómo lo hacen.

Ahora que los impactos del cambio climático se sienten ya en todo el mundo, particularmente entre los más pobres, activistas y naciones en desarrollo presionan para que los contaminadores ricos inviertan más en la lucha contra el calentamiento global. Eso sería utilizado para la transición a la energía limpia y la adaptación al cambio climático. Además, se multiplican los reclamos de compensaciones por pérdidas causadas por el calentamiento global.

La conferencia de este año fue denominada como «la COP de África», para resaltar la grave situación que vive ese continente, una de las regiones más pobres del mundo, que ya está sufriendo los terribles impactos de la crisis climática.

Pero no fue una COP africana. África no estuvo allí. Las personas pobres que están sufriendo inundaciones, sequías y todo tipo de situaciones adversas no pueden pagar el costo que implica llegar hasta allí, obtener una acreditación, pagar un alojamiento en una ciudad que es principalmente para turistas.

Bassey, un especialista nigeriano, calificó de perdido y dañado el proceso de la ONU para combatir la crisis climática.

Mientras que Bassey asiste desde hace muchos años a estas cumbres, los miembros del creciente movimiento juvenil global contra el cambio climático recién han comenzado a concurrir a estas conferencias. Ese es el caso de Vanessa Nádate, la activista que lideró la primera huelga por el clima en Uganda. 

El movimiento de huelgas estudiantiles por el clima Friais foro Futuro (Viernes por el Futuro) surgió de una protesta que la ya mencionada adolescente Greta Thunberg realizó en solitario frente al Parlamento sueco en agosto del 2018 y se convirtió en un movimiento global en el que actualmente participan más de 14 millones de jóvenes. 

Los estudiantes se toman un día libre en sus escuelas para hacer huelga, generalmente los viernes, y exigir que las personas mayores que ocupan cargos de poder tomen medidas urgentes para abordar la emergencia climática.

En diciembre del 2019, en la COP que se celebró en Madrid, España, Vanessa Nádate describió cómo fueron sus primeros tiempos como activista ambiental en la capital de Uganda, Kampala, cuando decidió sumarse a las huelgas estudiantiles por el clima: «A la gente le parecía extraño que yo estuviera protestando en la calle. Algunas personas me hacían comentarios negativos, me decían que estaba perdiendo el tiempo y que el gobierno no iba a escuchar ninguno de mis reclamos. Pero seguí adelante».

Un mes después, en el Foro Económico Mundial de Davos que se desarrolló en Suiza, Vanessa fue fotografiada junto a Greta Thunberg y otras jóvenes activistas. La versión de la foto que la agencia de noticias Associated Press publicó y distribuyó a la prensa solo incluyó a las cuatro adolescentes blancas del grupo, dejando afuera de la imagen a Vanessa. La agencia se disculpó y publicó luego la foto original.


La foto original en la que se incluye a Vanessa Nakate junto a otras activistas. Foto: Denis Balibouse/Reuters

«Ser recortada de esa foto me cambió. Me volví más audaz y directa en la forma en la que hablo sobre la crisis climática y el racismo».

¡En esta COP, Vanessa habló con Democracy Now!: «Hay más de 600 lobistas de la industria de los combustibles fósiles en esta COP y, sin embargo, muchas comunidades y muchos activistas que están en la primera línea de la batalla contra la crisis climática no pudieron venir hasta aquí. […] Muchas comunidades no tienen la posibilidad de «adaptarse» a la crisis climática. No puedes adaptarte al hambre. No puedes adaptarte a la extinción».

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.