Traducción e interpretación: el arte de comunicar culturas
especiales
Equipo de traductores de ETECSA
Cuando se graduó y comenzó a trabajar en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA), Lena no sabía nada de telecomunicaciones, así que al principio fue muy duro, estresante, especialmente cuando le tocaba oficiar como intérprete en algún espacio importante.
«Recién salía de la Facultad, no tenía esa habilidad de mantener los nervios, de estar concentrada. Una de las primeras veces que tuve que participar en un evento internacional con la Presidenta, me ponía nerviosa y se notaba, entonces me sentí mal, porque no satisfice la necesidad del cliente», recuerda esta muchacha expresiva que llegó junto a sus compañeros a la redacción de CubaSí dispuesta a confesar los tragos amargos de su profesión, y también celebrar los buenos recuerdos que guarda como aquellas jornadas durante la instalación del cable Arimao en las que se sintió «como pez en el agua: tranquila. Estaba rodeada de todos los directivos, de todas las personas importantes que participaron en ese proyecto y me sentí parte de la historia de ETECSA y de Cuba».
Puentes
«Más que una profesión, es un arte», de eso está convencido uno de los traductores de nuestro Portal CubaSí, Amilkal Labañino, quien se sumó al equipo de traducción e interpretación de ETECSA para conversar sobre la actividad que realizan, a propósito del Día Internacional que celebran cada 30 de septiembre en todo el mundo.
Odalys Ojeda Fuentes se incorporó recientemente a ese team entusiasta de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, pero lleva años orgullosa de servir como «puente para entendernos unos con otros».
Y no se trata solo de poner en común palabras o frases de distintos idiomas, el reto va mucho más allá. Como diría Sergio Paneque, quien junto a Amilkal y Jorge Mesa se ocupan de las traducciones en CubaSí, «la traducción es un puente entre culturas diferentes para que converjan en un solo sitio: el entendimiento».
Retos
«Uno de los retos fundamentales es tener el conocimiento, no solamente de la lengua materna, sino también de la lengua a la cual uno va a traducir. Esto implica que debes conocer ampliamente el aspecto cultural, social, de política y en todos los sentidos, que es lo que facilita el trabajo. Incluso para los intérpretes, es más difícil, en el sentido de que es una actividad que se hace en el momento, donde el intérprete necesita tener una concentración muy grande en ese rol que está cumpliendo, ante situaciones que son bastante difíciles a veces; digamos, el caso de frases, de situaciones que no están dentro del hecho que se está viendo en ese momento y el intérprete tiene que saber manejar esa situación y dar a entender las ideas de la manera más clara posible, para que haya un buen entendimiento entre las partes», explica Frans Castellanos, otro de los miembros del equipo de traducción.
Su colega Lena María Cué está de acuerdo; de hecho, ella misma ya se vio en la encrucijada de cómo traducir «van a saber dónde Pupy va a tocar», esa frase reyoya con la que cualquier cubano queda definitivamente advertido, pero ¿qué puede significar para un inglés o un ruso?
Lena insiste en marcar la diferencia entre traducir e interpretar: «en la traducción uno tiene más tiempo, tiene diversidad de fuentes que puedes consultar, sin embargo, la interpretación es en vivo y en directo, y el intérprete, además de transmitir la idea lo más clara posible, también debe transmitir los gestos, la intención, el tono, no solamente la palabra. Además, transmitir la idea, aunque te pueda afectar quizás lo que estén conversando, lo que se esté tratando, nunca dar a entender tu punto de vista, mantener la confidencialidad, es la ética del traductor».
Eso obliga a los traductores e intérpretes a convertirse en lo que Amilkal llama «devoradores de cultura, es decir, para poder hacer una interpretación, que es un proceso más rápido y de más concentración, tiene que llegar a ser casi un experto en el tema, conocer también a la persona que va a hablar. Nosotros siempre buscamos la velocidad con que la otra persona habla, si es inteligible, y mientras más cultura tengas sobre el tema que vas a hacer, la interpretación es mucho más fácil para ti. En cada interpretación, en cada traducción que uno hace, hay aprendizajes que se van quedando y solo brincan a la escena cuando estás haciendo la interpretación, ese momento que te hace sudar las manos, te tiembla el piso, la respiración se te pone entrecortada; vaya, es como subir a un escenario y tener una audiencia de mil y pico de personas, aunque apenas tengas diez personas».
«Es una habilidad que necesitas entrenar», afirma Lena y lo confirma su compañera Odalys, quien enfatiza en la necesidad de estarse preparando constantemente, pues no solo va de dominar idiomas y culturas: el ejercicio profesional que realizan actualmente también implica manejar con fluidez términos específicos de las telecomunicaciones. Así lo reconoce Armando Camejo Hernández, fundador de ETECSA y a quien los traductores e intérpretes de allí reconocen como «el teacher»:
«Trabajar en la esfera de las telecomunicaciones es bastante complejo, porque es un mundo nuevo al que uno se va a enfrentar, en el que vienen todas estas nuevas palabras, cada vez nuevas tecnologías, pero la gran ventaja de estar en la empresa es que podemos tener relación directa con los especialistas, con los ingenieros, que son de gran apoyo para nosotros. Otra ventaja es la oportunidad de participar en diferentes cursos, unas veces como intérpretes y otras como oyentes; esto nos da la posibilidad de actualizarnos y adquirir conocimientos sobre cualquier técnica en específico para la cual tenemos que hacer algún trabajo de traducción o interpretación».
Amilkal, a pesar de haber trabajado menos en estos temas, apunta que las telecomunicaciones, como todos los sectores, «tienen una jerga que ellos dominan y que, en ocasiones, ni siquiera tiene traducción, porque ellos hacen una asimilación del término en inglés, y en español no tiene traducción, y aunque uno en español tenga una palabra para nombrar eso, porque es internacional, en todo el mundo se entienden así».
Aquí entra en juego otro dilema para Lena: «nosotros somos defensores de la lengua española, siempre queremos traducir», pero a veces les toca adaptarse. Como ejemplo concreto citan la palabra roaming, que es itinerancia, sin embargo, el término en inglés ha quedado establecido en todo el mundo.
Amilkal y su compañero Sergio Paneque encuentran otros desafíos en su labor cotidiana: «a diferencia de la interpretación, la traducción te da la posibilidad de más tiempo y de dar un producto más elaborado, pero nosotros casi siempre hacemos la traducción de español a inglés y en los artículos periodísticos, el bolígrafo del autor se deja llevar, entonces tienen la tendencia de regodearse en los recursos propios del español: la adjetivación, las oraciones compuestas, muchas yuxtaposiciones... En inglés las oraciones son ideas concretas, entonces, muchas veces tenemos que segmentar esas oraciones largas que pueden ser todo un párrafo en español. En una habitación aparte, estoy dejando lo que llamamos "el cubaneo", frases que no tienen traducción; son elementos propios de cada cultura, todas las lenguas los tienen. Además, el lector de habla inglesa está acostumbrado a leer textos breves, ese es otro reto de la traducción en periodismo».
Para Sergito, el mayor reto es ser profesional en su trabajo «pues no se trata de traducir palabras, sino ideas. En el ámbito de la prensa, aún más. Hay que tener conocimiento sobre los disímiles temas que la prensa abarca. Hemos de tener dominio de la gramática, la correcta ortografía, y ser inmediatos en nuestra labor. Traducir en prensa es el reto único de sobreponerse a lo complejo y devolver un resultado de excelencia».
Compromiso
Grisel Ojeda Amador fue traductora en sus inicios en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba y es la actual directora de Vigilancia e Información Científico-Técnica. Nadie mejor para hablar de compromiso:
«Los traductores de ETECSA tenemos un gran compromiso con la empresa, por eso siempre estamos preparándonos individual y colectivamente para dar un servicio de alto nivel en cada prestación. Mantener un buen nivel de idioma, en el tiempo, como es nuestro caso, sin tener contacto con nativos por ser una isla, es bien difícil, por lo tanto, siempre tenemos que estar estudiando y ejercitándonos, en el caso de la interpretación. ETECSA cuenta con servicios de traducción e interpretación desde 1997, y cada vez intentamos llegar a más usuarios para apoyar las principales tareas empresariales. Los traductores de ETECSA trabajamos por la calidad de nuestros servicios».
Momentos
Por supuesto que Armando ha estado en varios momentos importantes de la vida de ETECSA y, como la joven Lena, tiene recuerdos que lo hicieron sentirse incómodo y, al mismo tiempo, crecerse: «en unas reuniones que se celebraron acá del grupo Canto (Asociación de Organizaciones de Telecomunicaciones del Caribe) me tocó hacer la interpretación, pero el inglés del Caribe no es tan fácil al oído y, como era una reunión interna de ellos, estaban hablando en la jerga del inglés del Caribe; eso fue bastante traumático para mí, porque no entendía prácticamente nada, no podía interpretar lo que estaban diciendo y me quedé callado. Llamamos a la jefa, a Grisel. Ella bajó y entre los dos comenzamos a interpretar para más o menos conformar lo que estaban diciendo. Esa es una situación bastante traumática para un intérprete, no poder dar el servicio que el cliente necesita».
Sin embargo, también podría contar muchos momentos de satisfacción: «cuando me convocaron para participar como intérprete en la Cumbre 22 de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones), que se celebró el año pasado en Rumanía, un evento muy importante, pues asisten jefes de empresas, ministros de comunicaciones del mundo, es un evento bastante significativo dentro del sector, y que me hayan seleccionado, debido a la experiencia que ya he acumulado, fue algo grande para mí en mi carrera como traductor e intérprete.
«Como grupo de traducción, otro momento agradable, digamos, es haber participado desde el inicio en el proyecto Cubaceltur, en el que vienen trabajando aliados de negocios de la empresa, y a nosotros se nos convocó para prestar el servicio como evaluadores de los candidatos que van a presentarse para este servicio.
«Actualmente, estamos realizándoles pruebas a los candidatos de diferentes territorios, y eso nos da la medida de la confianza que existe en la empresa como tal, por el servicio que nosotros hemos estado brindando durante todos estos años».
«Una palabra puede hacer la diferencia», anota Frans, pensando en la ocasión en que el Gallego Fernández le corrigió por agregar un adverbio: «no es lo mismo decir: recibirán información de los temas del curso en formato digital, que recibirán toda la información», le reclamó el entonces presidente del Comité Olímpico Cubano, quien hablaba un inglés fluido.
Sin embargo, de esas experiencias los traductores e intérpretes se quedan con la enseñanza y el impulso para continuar preparándose, porque nada es más gratificante —aseguran— que cuando, al final de un servicio, les reconocen su trabajo y les dan el lugar y el respeto que merecen, cuando alguien se les acerca y les dice: muchas gracias por hacer la interpretación, y los felicitan. Eso es lo más reconfortante.
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