México: Ganancias de 14 mil millones por tráfico humano

El tráfico de migrantes representa cerca de 14 mil millones de dólares al año en ganancias para las bandas de "polleros" o "enganchadores", como se denomina a las organizaciones dedicadas al tráfico de personas, de acuerdo con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
    
Las cifras arrojan, a juicio del ministro, que las bandas dedicadas a sacar provecho del apremio de personas deseosas de huir de sus países por la violencia o la miseria obtienen más dividendos que las del trasiego de drogas ilícitas.
    
"Para darnos una idea, están cobrando 15.000 dólares desde Ecuador y 5.000 o 6.000 desde Guatemala", señaló Ebrard durante una conferencia de prensa, al señalar que la investigación sobre el accidente de un camión de carga en Chiapas, que dejó 56 personas muertas, demuestra que esta red de polleros ya desplazó a los cárteles.
    
De la indagatoria surge que, en ciertos segmentos de las rutas del tráfico de extranjeros, participan grupos de narcotraficantes, pero en realidad su influencia ya fue rebasada por los traficantes de personas.
    
"Es una organización delincuencial que ya tomó vida propia por el monto, y está poniendo en riesgo a muchas personas, de ahí la importancia de esta investigación" y de los trabajos del Grupo de Acción Inmediata (GAI)", señaló.
    
El GAI, anunciado hace dos semanas, fue creado por los gobiernos de México, Guatemala, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y República Dominicana, como un "mecanismo multidisciplinario ad hoc" para dar "respuesta inmediata" al proceso contra los responsables del percance.
    
Se busca acelerar la investigación, identificación, arresto y presentación ante la justicia de integrantes y jefes de la organización criminal transnacional responsable del accidente, a fin de facilitar la coordinación entre los países tanto en la indagatoria como en la atención a las víctimas y a los deudos.
    
Ebrard dijo que luego de la puesta en marcha de este grupo, se comenzó a compartir información de inteligencia generada de manera propia en cada territorio por las autoridades correspondientes.
    
La tragedia ocurrida en la periferia de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, estado de la frontera con Guatemala, ocurrió mientras el país sigue enfrentando una crisis migratoria sin precedentes.
    
Según estadísticas oficiales, unas 190.000 mil personas sin papeles han sido detenidas en México entre enero y septiembre de este año, tres veces más que en 2020, de las cuales 74.300 fueron deportadas.
    
A la migración tradicional en compartimientos ocultos de vehículos de carga y otros medios de transporte, se suman las caravanas organizadas como la que inició en octubre pasado con unas 3.500 personas al inicio, pero que poco a poco se vino diezmando hasta prácticamente quedar reducida a unos cientos de integrantes.
    
El miércoles, el contingente empezó a salir de la Ciudad de México hacia estados del norte tras alcanzar acuerdos con autoridades mexicanas.
    
La organización Pueblo sin Fronteras indicó que cientos de migrantes sin papeles, en su mayoría centroamericanos que se mantienen agrupados, salieron por grupos a bordo de vehículos tipo pulman hacia los estados de Sonora, Nuevo León y Chihuahua.
    
"Los que tengan ya documentos seguirán su camino. Y los que no, obtendrán sus papeles lo más pronto posible, en 24 o 48 horas en los lugares a donde llegan", señaló Irineo Mújica, que lidera la ONG.
    
En la práctica, esto representa la disolución de la caravana que realizó un azaroso itinerario en medio del asedio de los agentes migratorios y diversos incidentes que buscaron a toda costa impedir su avance hacia la frontera con Estados Unidos.
    
Tras su arribo a la capital, el pasado 13 de diciembre, una delegación de los migrantes, entre los que figuran centroamericanos, haitianos, cubanos, venezolanos e incluso brasileños y colombianos negoció con autoridades del ministerio de Gobernación la obtención de visas humanitarias, pero el trámite se trasladó a los tres estados referidos.