Latinoamérica en la gran pantalla del festival de Toronto

Una quincena de estrenos mundiales o en Norteamérica reafirman hoy la presencia de Latinoamérica en la escena fílmica contemporánea, al conformar el programa de la 46 edición del Festival Internacional de Cine de Toronto.

Hasta el 18 de septiembre transcurre el evento, que acoge entre sus más de 200 producciones, una muestra de lo más reciente del séptimo arte en México, Brasil, Ecuador, Argentina, Uruguay, Chile y Colombia.

El catálogo mexicano presenta las cintas Sundown, de Michel Franco; La caja, de Lorenzo Vigas; Querida Chantal, de Nicolás Pereda; Comala, de Gian Cassini y Al motociclista no le cabe la felicidad en el traje, de Gabriel Herrera.

Asimismo, destaca la película Lo invisible, del realizador ecuatoriano Javier Andrade, la cual llega a las pantallas del evento, en la categoría Discovery, luego de 17 años de ausencia de la cinematografía de ese país en la cita canadiense.

El evento que apuesta por la fórmula híbrida (presencial y virtual) como medida ante la pandemia de la Covid-19, incluye también el filme Matar a la bestia, de la argentina Agustina San Martín, el cual alude al despertar sexual de una adolescente y autodescubrimiento.

Con sello latinoamericano y como documento de denuncia a la segregación racial, resalta el documental estadounidense Beba, coproducido con México e inspirado en la vida y obra de la cineasta afrolatina Rebeca Huntt.

El listado recoge, además, los largometrajes Memoria, de Apichatpong Weerasethakul, El otro Tom, de Rodrigo Plá y Laura Santullo; Medusa, de Anita Rocha da Silveira, que mereció elogios en su paso por la Quincena de los Realizadores de Cannes y 7 prisioneros, de Alexandre Moratto.

La sección de cortometrajes acoge los audiovisuales coproducidos entre Argentina y España Sycorax, de Matías Piñeiro y Lois Patiño y Competencia Oficial, de Gastón Duprat y Mariano Cohn, así como Spencer, del chileno Pablo Larraín.

Proyecciones en salas, autocine, cine al aire libre y desde casa, se articulan en el evento que abarca más de una docena de espacios de la ciudad de Toronto y otras urbes canadienses, mientras la experiencia digital TIFF Bell Lightbox e In Conversation With, propiciarán la visualización de materiales y el diálogo con los protagonistas.

Considerado por críticos como antesala del premio Oscar, el encuentro implementó estrictos protocolos sanitarios para acceder a los espacios presenciales, como a presentación de una constancia de vacunación y uso de mascarilla.