ESTRELLAS DE CINE: La Reina del Trópico

ESTRELLAS DE CINE: La Reina del Trópico
Fecha de publicación: 
10 Enero 2023
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La pista del cabaret se ilumina: la orquesta toca y María Antonieta aparece con su breve atuendo bordado en lentejuelas; al sonido de los tambores, cimbrea su cuerpo de esculturales líneas. Los ojos de los presentes están fijos en la voluptuosa figura. Teje la música su hechizo para que maraville a todos. Así será una y otra vez porque el encantamiento de esta mujer vive en los numerosos filmes que rodó en la Época de Oro del Cine Mexicano.

Pasajes de su vida

Más que su piel marmórea poco vista en una criolla de país tropical, llamaba la atención su silueta de poderoso erotismo. María Antonieta Pons, formó parte de un equipo oficial de voleibol de La Habana, pero, por sobre todo, sentía pasión por la danza. No dudó luego en bailar en clubes y teatros y por cierto decían que lo hacía muy bien. De seguro nunca pensó que esa pasión la convertiría con el tiempo en una estrella internacional. Sucedió cuando conoció a Juan Orol, actor y director de cine quien le enseñó a bailar la verdadera rumba que él había aprendido en los solares habaneros, donde conoció a grandes del género. Solo ver a la habanera y el español sucumbió al encanto de su mirada que mucho prometía en las lides del amor. Bailaron en concursos y sí fueron muy aplaudidos. No tardó en pedirle matrimonio; al casarse se establecieron en México. Sería Maritoña, como también la llamaron, la iniciadora del cine de rumberas característico de la Época de Oro de la cinematografía mexicana.

Hay que resaltar que ya él tenía una historia con el cine y una primera musa, Consuelo Moreno, con la que filmó películas que resultaron muy taquilleras como Mujeres sin alma, de 1934, en la que fue codirector junto a Ramón Peón. En varios de esos largometrajes de su inicial etapa acentuada por dramas sensibleros, él escribió el guión y actuó.

En cuanto a Maritoña antes había tenido un pequeño rol en La serpiente roja con al cómico Aníbal de Mar.

Rodó Siboney, 1938, con música, entre otros, de Ernesto Lecuona, Rodrigo Prats y Sánchez de Fuentes. La dirección estuvo a cargo del propio Orol. Luego, la pareja viajó, en especial, por Estados Unidos. Esas giras le dieron a la cubanita mayor experiencia en los escenarios, además de pulir su estilo de bailar. La aplaudían por su gracia sin igual cuando presentaba al público su característico baile de la escoba.

Al regreso a México, ávida de triunfos, no se dio un respiro y actuó en numerosas películas. Por cinco años estuvo casada con Orol hasta que llegó la ruptura. ¿Incomprensiones? ¿Celos profesionales?, ¿ Hastío?. Vaya usted a saber. Llegó el divorcio y María Antonieta se casó  más tarde con otro realizador, Ramón Pereda, con quien hizo numerosos largometrajes y entre ellos, el titulado, El Ciclón del Caribe. Su desempeño artístico está en otros filmes como Ángel o demonio, con el actor español Armando Calvo. En la gran pantalla rumbeó por todo lo alto y trabajó con actores como Pedro Armendáriz, Abel Salazar, Luis Sandrini, Fernando Fernández, Raúl de Anda, David Silva, Rafael Baledón, Andy Rusell...

Otros cintas muy populares fueron La reina del mambo, 1950, María Cristina, 1951, y La niña Popoff, 1952, todas con música de Dámaso Pérez Prado. La artista siempre privilegió la música de compatriotas como Benny Moré y Silvestre Méndez, entre otros.  

Durante una época se habló en el ambiente artístico de la fuerte rivalidad existente entre María Antonieta y Ninón Sevilla, también gran diva. Públicamente, ninguna habló mal de la otra. Sin embargo, se comentaba que cierta vez Maritoña propuso a Ninón una reunión para tomar té y esta declinó la invitación porque, según dijo irónicamente “solo bebo café”.
 
El escritor mexicano Fernando Muñoz reproduce en su libro sobre las rumberas un fragmento de la entrevista que a La Toña hiciera Sara Moirón para Cinema Reporter:                  

«El baile ha sido toda mi vida, mi temperamento artístico se centra en el baile y por eso, a pesar de haberme iniciado en el teatro, descubrí que el cine me ofrecía un campo más amplio para mis actividades artísticas. El cine forma parte integral de mi carrera, pero en el teatro he vivido las mayores satisfacciones de mi vida artística, ya que como es natural se está más cerca del público. Me gusta tanto bailar, que bailaría y bailo cuantas veces tengo oportunidad hasta sin cobrar un centavo si hace falta, simplemente por la satisfacción y el placer que siento».

En sus últimos años, ella se alejó no solo del mundo artístico, sino también de las relaciones sociales. Su extraño comportamiento motivó muchas conjeturas; incluso se comentó que tenía lagunas mentales. Rechazó el premio Diosa de Plata que tanto se merecía por su labor cinematográfica en la que hace un importante rescate de la  música cubana.

Nacida el 11 de junio de 1922, en la capital cubana, la actriz y rumbera falleció en México el 20 de agosto de 2004. Tal como había pedido, se anunció su fallecimiento después del entierro. Karin Burnett protagonizó la vida de la cubana en el filme El fantástico mundo de Juan Orol.

Filmografía

La serpiente roja, 1938; Siboney, 1938; La última aventura de Chaflán, 1942; Noches de ronda, 1943; ¡Viva mi desgracia!, 1943; Toros, amor y gloria, 1943; Mi reino por un torero, 1943; Cruel destino (Allá en la frontera), 1943; Konga Roja, 1943; Balajú, 1944; Rosalinda (La flor de la costa), 1945; Toda una vida, 1945; Los misterios del hampa, 1945; Embrujo antillano, 1946; Pasiones tormentosas, 1946; La reina del trópico, 1946; La vida íntima de Marco Antonio y Cleopatra, 1946; La insaciable, 1947; Ángel o demonio, 1947; La sin ventura, 1948; La bien pagada, 1948; Flor de caña, 1948; La hija del penal, 1949; Un cuerpo de mujer, 1949; Nuestras vidas, 1949; La mujer del puerto, 1949; El ciclón del Caribe, 1950; La reina del mambo (Sin ti), 1950; Piña madura, 1950; María Cristina, 1951; La niña Popoff, 1952; Carnaval Brasil / Carnaval Atlántida, 1952; Mi noche de bodas / La engañadora, 1953; La culpa de los hombres, 1954; Casa de perdición, 1954; Necesita un marido (Me lo dijo Adela) 1955; ¡Qué brava son las costeñas!,1954; La gaviota, 1955; Nunca me hagan eso, 1956; Teatro del crimen, 1956; Las mil y una noche, 1957; La odalisca No.13, 1957; Flor de canela, 1957; Sucedió en México, 1957; Los legionarios, 1957; Acapulqueñas, 1958; Ferias de México, 1958; ¡Viva Jalisco que es mi tierra¡, 1959; El centauro del Norte, 1960; ¡Vamos para la Feria!, 1960; Romance en Puerto Rico, 1961; Voy de gallo, 1962; Caña brava, 1965; México de mis amores. Documental, 1981.

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