EN GALERÍAS: Un manual para asumir el conocimiento

¿Hasta qué punto el arte puede ser fuente de conocimiento? ¿Es posible que arte, ciencia, filosofía confluyan en un mismo ámbito? La exposición Manual de traducciones, del artista visual Antonio Gómez Margolles, no busca responder esas preguntas de manera concluyente, sino más bien abrirlas, explorarlas y dejarlas vibrando en la mente del espectador. Lo suyo no es una tesis cerrada, sino una suerte de ensayo visual, una indagación que se despliega como provocación.

Con una cuidada concreción estética, Gómez Margolles problematiza la forma en que se produce, almacena y transmite el conocimiento. Hay imágenes particularmente potentes, como ese almacén saturado de nombres ilustres, una especie de archivo visual en el que los grandes pensadores terminan por confundirse en el anonimato del exceso. O la instalación sonora que reúne lecturas simultáneas de textos clásicos, creando una cacofonía que, en su aparente caos, refleja la dificultad de asimilar el saber acumulado. A pesar de contar con explicaciones del artista junto a cada pieza, la muestra no impone interpretaciones; al contrario, invita al espectador a construir su propia lectura.

Manual de traducciones puede entenderse como un recorrido por la trayectoria intelectual y estética de un creador profundamente interesado en los procesos del pensamiento. Margolles no se conforma con representar; su obra aspira a activar, a movilizar ideas desde lo sensorial. En un momento en que el ruido informativo amenaza con diluir los significados, esta exposición ofrece una pausa reflexiva, un espacio donde arte y conocimiento no se contraponen, sino que se rozan, se tensionan y se enriquecen mutuamente.

Curada por Corina Matamoros, la muestra ocupa la sala de exposiciones transitorias del segundo nivel del Edificio de Arte Cubano, en el Museo Nacional de Bellas Artes, y puede visitarse hasta el mes de noviembre.