Los antes discriminados potenciaron muchísimo el béisbol y otros deportes
especiales

¿Quién se atreve a obviar el gran aporte de los negros, mestizos y latinoamericanos, con gran profusión de caribeños, al béisbol? En Estados Unidos reside la suprema calidad de esta disciplina en el orbe, pero el racismo no solo fustigó con su barrera lo humano, sino que dañó el desarrollo de dicha disciplina y su más brillante creación: las Grandes Ligas. El sacrificio personal de Jackie Robinson, primer negro en las Mayores (1947), las humillaciones sufridas, permitieron la entrada de los excluidos, amparados por los intereses de los negociantes, muy por encima de la bondad y la justicia. Los topes de equipos de Usa con los de las Ligas Negras y los peloteros del Caribe confirmaron que estos no eran palomas.
¿Cómo olvidar los triunfos de varios conjuntos cubanos frente a fuertes rivales del Gran Circo? La inteligencia y el potente brazo del cardenense José de la Caridad Méndez (19-5-1887; 31-10-1928) fueron demasiado para los integrantes de varios de estos conjuntos. Debuta en la Liga Profesional Cubana en el rol de relevo con el Almendares, en febrero de 1902. Inicial victoria: 19-2-1908, ante Matanzas, 8 x 3. El llamado Diamante Negro logra posteriormente un collar de 45 entradas sin permitir carreras que dura hasta 1909. El historiador Mario Torres de Diego resalta “…las 25 contra los Rojos de Cincinnati que visitan a La Habana para una serie de encuentros de preparación durante los meses de noviembre y diciembre”.
Agrega; “También derrota en 1909 al Indianápolis, a los Tigres de Detroit, al equipo de Estrellas de las Grandes Ligas, los Piratas de Pittsburg (3-1) …en 1910 a los Atléticos de Filadelfia; …en 1911 a los New York Lincoln, a los Gigantes de Nueva York y a los Filis de Filadelfia. El timonero de Cincinnati Bancroft, luego de realizar una gira por Cuba en 1911 se refiere a Méndez así: “Si fuera blanco no pasaría mucho tiempo en ser el pitcher ideal en las Grandes Ligas”. Debo mencionar el revés sufrido el 28-3-1941 por los Medias Rojas de Boston 2 x 1 en el Estadio de la Tropical frente a un seleccionado amateur nuestro, con el lanzador Juan Decall en la lomita.
¡Qué dolor para la gringada que consideraba a sus contrincantes seres inferiores! Precisamente, con el arribo de los negros y latinoamericanos a la Gran Carpa, la lid de los strikes y las bolas ganó considerablemente en lo atlético, la velocidad, la viveza, la creatividad, el mayor ritmo y se agigantó como espectáculo: creció. Asia se ha destacado con los japoneses al frente, aun hubo pasos en Europa y Australia. Aunque se perdió mucho tiempo por ese dogmatismo antihumano, nacieron torneos y ligas en diversos países. Los negociantes si no lo perdieron para llevar a ellos sus tentáculos: escuelas, sucursales, organismos…, adelante en pos de dinero. La contribución de negros, mestizos, personas de sangre foránea y emigrantes también robusteció el altísimo nivel alcanzado en Estados Unidos en atletismo, baloncesto, boxeo, su fútbol propio. Sin ellos, sería menos fulgurante su actuación en las competencias, incluido los Juegos Olímpicos.
Doy un salto necesario hacia el más universal de los deportes ¿qué sería el fútbol en el mundo sin los latinos, los negros, los mestizos, los emigrantes y los contratados en diversas naciones? El propio balompié de EE. UU se bate de tú por tú con los mexicanos, fáciles monarcas de la región anteriormente, a partir de un gran apoyo, en la mirilla lo político y lo económico, donde ha pesado bastante la migración y hasta la llegada de venerados veteranos Ahora, hacia varios de los más refulgentes deportistas norteamericanos.
El más completo deportista del mundo en la mitad del siglo XX, según rigurosa encuesta de expertos, es el aborigen Jim Thorpe. a quien le arrebataron sus medallas doradas en decatlón y pentatlón conquistados en la magna justa de Estocolmo 1912 al acusarlo de profesional para castigarlo por derrotar a gente de buenas cunas y por casarse con una blanca. El Comité Olímpico (Coi)devolvió sus preseas a la familia en 1982. Senda Ancha, nombrado así en su tribu, había fallecido el 23 de marzo de 1956.
Greg Louganis, de madre europea y padre samoano, el más sobresaliente clavadista de la historia, adoptado por la familia californiana Louganis. El emigrante austro húngaro Johnny Weissmuller, el primer nadador en bajar del minuto en los cien metros y el más sobresaliente de su etapa.
Negros son Carl Lewis, el mejor atleta del pasado siglo y el más destacado saltador de longitud que ha existido; el boxeador Mohamed Ali y el basquetbolista Michael Jordan, los más maravillosos de sus especialidades según los expertos. Están la dama más veloz de todas las épocas: Florence Griffith, estrella olímpica de 100(10.54) y 200(21,84) en Seúl 1988 y la grandiosa Simona Bailes, la más brillante gimnasta de todos los tiempos.
Debe tenerse en cuenta cuánto apoyó el salto en EE.UU. la emigración de gimnastas rusas e incluso hay una mestiza cubana, Annia Portuondo (Annia Hatch) que los representó en Atenas 2004, y obtuvo dos premios plateados: en salto al caballo y por equipos. Hubo otros robos de este tipo permitidos por el Coi, significativo el del japonés que formó parte de la delegación de EE.UU. y le dio el galardón máximo en 100 de espalda en Helsinki 1952: Yoshinobu Oyakawa, quien lanzó al olvido el crimen de Hiroshima y Nagasaki. Los imperios si les hace falta o quieren a un atleta, lo birlan. Como el Coi santifica el robo de músculos, hasta ha llegado a declarar contendiente refugiado a quien se va de su patria en busca de plata sin ser perseguido y haberse formado en ella.












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