Body brokers: el negocio multimillonario y oscuro de cadáveres en EE.UU.
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Un reportaje publicado por la BBC News develó el polémico negocio de los “body brokers” en EEUU, empresas que venden cadáveres humanos sin consentimiento de sus familiares para experimentos no autorizados. Foto: Los Ángeles Times
En los Estados Unidos (EEUU) un polémico y poco regulado negocio opera en las sombras: el comercio de cadáveres humanos, donde empresas privadas, conocidas como “body brokers” o “mercaderes de cuerpos”, obtienen, diseccionan y comercializan partes humanas con fines de lucro, aprovechando vacíos legales y la vulnerabilidad de familias en duelo.
Cuerpos convertidos en mercancía
El negocio de la muerte ha encontrado una vertiente oscura y rentable: intermediarios privados compran, diseccionan y venden partes de cadáveres con fines de lucro, según un reportaje de BBC News, este mercado mueve millones de dólares anuales, generando un debate ético y legal sobre los límites de la ciencia y la dignidad humana.
Cremaciones gratuitas como gancho
Estas compañías suelen ofrecer cremaciones gratuitas a cambio de los cuerpos, atrayendo a familias de bajos recursos que no pueden costear servicios funerarios, sin embargo, detrás de esta aparente beneficencia se esconde un lucrativo negocio: los cadáveres son diseccionados y sus partes —cabezas, torsos, extremidades— son vendidas para investigación médica, educación o incluso pruebas de productos.
Explotación de familias vulnerables
Empresas como Bio Care operan en un vacío legal, aprovechando la desesperación económica de familias vulnerables y la falta de regulación federal, aunque la Ley Uniforme de Donaciones Anatómicas prohíbe la venta de tejidos humanos, los “body brokers” eluden la norma cobrando supuestas “tarifas de procesamiento”.
Entre 2011 y 2015, estos intermediarios recibieron al menos 50.000 cuerpos y distribuyeron más de 182.000 partes corporales, según datos recopilados por BBC News.
Casos que estremecen la opinión pública
La investigación cita casos emblemáticos como el de Harold Dillard, cuyo cuerpo fue diseccionado con sierras eléctricas sin el consentimiento pleno de su familia, o el de Dale Leggett, cuyos restos fueron utilizados en experimentos sin que su hermano lo supiera.
Los mercaderes de cuerpos son acusados de almacenar restos en condiciones inhumanas y de venderlos sin respeto alguno para investigación, educación o incluso pruebas militares.
Urgencia de reformas legales y éticas
Expertos en bioética y derechos humanos exigen reformas urgentes:
Prohibir las ganancias con fines de lucro
Implementar un modelo de donación altruista como el europeo
Crear leyes estrictas que supervisen el tratamiento de los cadáveres
La muerte también tiene un precio
Familias enteras han sido engañadas y traumatizadas al descubrir que los restos de sus seres queridos fueron vendidos como mercancía, en pleno siglo XXI, este oscuro negocio sigue operando en las sombras, bajo la falta de regulación.
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