2021: Un año clave para la ciencia cubana

2021: Un año clave para la ciencia cubana
Fecha de publicación: 
30 Diciembre 2021
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Esta pandemia es un mal que por tanto daño y sufrimiento que nos ha provocado a todas las personas del mundo, y por supuesto a nuestra nación, que no escapó del virus, como ninguna otra, nos ha sacado ese espíritu de superación e innovación que llevamos dentro para situaciones atípicas y extremas, también ha hecho surgir un poder extra para no bajar la guardia ni rendirnos.

La variante Delta fue de los golpes más duros que enfrentamos en este año. Un huracán de contagios que hizo temblar corazones en Matanzas, Ciego de Ávila, Pinar del Río, entre otras provincias, donde la tasa de contagios se comportó sin precedentes, y de igual forma, el número de fallecidos fue bien lamentable. Ha sido el rebrote que más nos ha puesto jaque.  

No solo fue una etapa de mucho trabajo y sacrificio para la salud, donde médicos y enfermeros, más todo el personal inmerso en la tarea, tuvieron que doblegar jornadas de trabajo para atender los nuevos ingresos y terapias intensivas. La ciencia también se vio obligada a extender horas de investigación para acelerar procesos y consolidar los tratamientos y vacunas cubanas.

Sobre ello el propio ministro de salud, José Ángel Portal Miranda, hablaba recientemente en un comunicado de felicitación para los trabajadores del sector, quienes han batallado fuerte durante los 12 meses, y gracias a su labor, más la de los científicos, a lo largo de todo el archipiélago se logró planificar y realizar una campaña de vacunación sin precedentes para el sistema de salud.

Nuestro presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez encomendó, y se logró, la misión de crear vacunas propias a investigadores y científicos, primero, por la seguridad y confianza en nuestros profesionales, y segundo, por lo difícil que nos sería como nación bloqueada y subdesarrollada, adquirir productos de este tipo, desigualmente distribuidos entre países ricos y pobres.

Fue así que tras un año y poco tiempo nacieron las Soberanas, la 02 y la Plus, la Abdala, y la Mambisa. Todas vacunas ciento por ciento cubanas. Unas más adelantadas que otras en las fases de estudios, pero a la larga, todas con un alto por ciento de eficacia en la prevención de la enfermedad, sintomatología grave y fases más avanzadas con peligro para la vida.

Como en muy pocas naciones en Cuba se logró engranar una campaña masiva de vacunación anticovid-19 que involucró a todos los niveles del ministerio de salud, desde los más altos, hasta la base con el programa del médico y enfermera de la familia. A cada barrio en ciudad o montañas en esta isla llegaron los bulbos para la inmunización. Todas las regiones quedaron cubiertas.

Hubo una planificación por cada cuadra en donde estuvieron presentes las organizaciones de masa en apoyo como los Comité de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas. No faltó ni un solo cubano en los listados, todos tuvieron sus vacunas, el esquema completo, en sus consultorios o locales adaptados para ello, cerca de sus hogares, dentro de sus comunidades.

Los jóvenes también participaron en esta amplia tarea de inmunización. Pero desde antes, de manera voluntaria fueron miles quienes dejaron las comodidades de sus hogares para apoyar en la limpieza, distribución de alimentos y atención a pacientes positivos en centros de aislamientos y hospitales. Asimismo, colaboraron en el envase de solución clorada para su posterior distribución.

Y ello no fue cosa de par de días, quienes sentían el deber de ayudar al gobierno y a su país, daban el paso adelante sabiendo que inicialmente estarían par de semanas en las zonas rojas, trabajando como cualquier profesional para después, con el riesgo de haberse infectado, pasar como mínimo una semana en aislamiento hasta confirmar la negatividad del resultado.

Como mismo hay que resaltar el hecho de que las primeras vacunas anticovid-19 logradas en América Latina fueron las cubanas, aunque ciertos medios de prensa e instituciones quieran opacarnos o hacer como que nunca existió tal mérito, también hay que valorar el logro de que fuimos los primeros en vacunar a la población infantil a partir de los dos años de vida.

Un tuit del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), este 10 de diciembre destacaba el gran logro de la vacunación antivcovid-19 en los niños de menor edad, “a pesar del genocida #bloqueo que #EEUU le impone a #Cuba, somos el único país que ha podido vacunar de forma masiva a sus niños mayores de 2 años de edad. Más de un millón 631 mil infantes han recibido el esquema completo de vacunación”.

A nuestras vacunas se les fue aprobado su uso en los niños pequeños, y ello garantizó la continuación del curso escolar de la forma más segura que se pudiera concebir en esta pandemia, donde una parte de los países lanzaron a sus estudiantes a las clases presencial, sin estar vacunados, o sea, bajo el riesgo de contagiarse y llevar a sus casas el SARS-CoV-2.

En tiempo récord se planificó la inmunización por enseñanzas, para la incorporación escalonada, y sin preocupaciones de problemas con los suministros de las vacunas, y el momento preciso para el regreso a clases, periodo de sistematización de contenidos y el cierre de los años concluyentes por niveles, así como también el periodo para las pruebas de ingreso a la universidad.

Hoy día en Cuba toda la población pediátrica que está apta para ser vacunada, está inmunizada. Los adultos también lo están, incluso ahora ya estamos avanzando en una dosis de refuerzo, la cuarta de nosotros, ya sea con Abdala o Soberana Plus. Las poblaciones más vulnerables, el sector de la salud, los voluntarios de los estudios ya tienen el refuerzo por la variante Ómicron.

Este ha sido el motor impulsor de que el refuerzo se agilizara a nivel nacional para evitar una estampida de contagios como está sucediendo en parte de Europa y los EE.UU. con cifras y récords sin precedentes durante estos casi dos años de pandemia. La intención es tratar por todas las vías que no se repitan los hechos, cuando el país abrió sus fronteras en esta misma fecha en el 2020.

De acuerdo con la Estrategia para el Desarrollo de Vacunas Cubanas, al cierre de este último 27 de diciembre “se acumulan en el país 30 090 996 dosis administradas con las vacunas cubanas Soberana 02, Soberana Plus y Abdala. Hasta la fecha, han recibido al menos una dosis de una de las vacunas cubanas SOBERANA 02, SOBERANA Plus y ABDALA, 10 416 579 personas”.

Es de aclarar que “en primera dosis se incluyen los vacunados con SOBERANA Plus como dosis única”. El portal oficial del MINSAP destacó que “ya tienen segunda dosis 9 298 216 personas y tercera dosis 8 927 093 personas”. Asimismo, “tienen esquema de vacunación completo 9 626 071 personas, que representa el 86,1 % de la población cubana”.

Han sido dos años muy tensos en nuestro suelo, pero no podemos olvidar el valor humano y solidario de nuestros galenos internacionalistas, la Brigada Henry Reeve, que salva vidas sin importar locación, raza, cultura, religión, economías. Nuestros médicos han salvado vidas por cada rincón necesitado de atención medica que existe en el planeta Tierra.

 

Llegaron hasta Europa, como en Lombardía, Italia, donde la misión fue extraordinaria y aquel pueblo siempre recordará y agradecerá el calor humano y la atención profesional de nuestros médicos. Pero no dejaron de apoyar en Emirato Árabes Unidos, Haití, Panamá, México, Azerbaiyán, Sudáfrica, Kuwait, Surinam, Islas Anguilas, Catar, Honduras, entre otros países.

El 11 de diciembre de este 2021, el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez manifestó que nuestros colaboradores de la salud con su obra, “ese ejercicio solidario, están defendiendo los derechos humanos, el derecho a la vida y a la salud; son abanderados del altruismo, entrega, dignidad, valentía y coraje para enfrentar situaciones difíciles que han vivido”.

De igual forma, nuestro presidente declaró que “(…) han representado una expresión tremenda de humanismo, sacrificio, entrega y altruismo; ejemplo de solidaridad y colaboración, en un mundo donde predominan la incertidumbre, la vanidad y el egoísmo que da muy pocas posibilidades de inclusión a las mayorías pobres y desamparadas”.

Ahora en que una nueva variante, Ómicron, aún poco conocida, intenta contagiar a todo un planeta y subir los niveles de estrés como si la tragedia se hubiera reseteado, no debemos bajar los esfuerzos y los cuidados pertinentes, como el uso del nasobuco, el cumplimiento del distanciamiento físico, y una higiene más responsable sobre nosotros y a nuestro alrededor.

La máxima autoridad del Ministerio de Salud Pública, Portal Miranda, lo explicó el pasado día 24. “El control de la epidemia que comenzó a manifestarse desde finales del mes de septiembre y se ha mantenido hasta el momento, no es motivo para descuidar ninguna de las medidas aplicadas y que han demostrado su valía cuando se cumplen con disciplina y responsabilidad”, apuntó.

Igualmente añadió que “la Covid-19 continúa siendo un reto para Cuba y una amenaza para la salud de nuestra población; en consecuencia, estamos obligados a actuar en todos los escenarios. Que los avances que hemos logrado en la vacunación de la población cubana no nos lleven a la confianza en estos días de festejos que tanto ha esperado nuestro pueblo”.

 

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