Barranquilla 2018: De cuando se amanece sobre bielas doradas

No han creído en la nueva hornada de talentosas pedalistas mexicanas, tampoco en las curtidas ciclistas colombianas.

Sus victorias de miércoles en la Madison y la persecución individual las hicieron acreedoras de tres cetros per cápita. Arlenis junto a Yudelmis en una prueba que marcaba su estreno entre damas en Juegos Centroamericanos y del Caribe. La Madison constituye una especie de relevo con sprint entre dos pedalistas.

Marlies dando fe de que su explosividad y velocidad innatas, se vuelven endemoniadas cuando se sube a su bici.

Las dos chicas salvaron a Cuba en la jornada de miércoles, como también los elencos de pistola masculina de aire a diez metros, y las féminas a la distancia de 25 (estándar).  

Jorge Grau, Guillermo Pías y Eliéser Mora se redimieron de la competencia en los 50 metros (libre) y esta vez estuvieron parejos y precisos con sus disparos en condiciones ideales. El propio Grau aseguró que no fue su mejor competencia, que el descanso sin hacer gimnasio la víspera le ayudó, y que la concentración de todo el elenco jugó un papel determinante.

Grau repitió en individuales su rendimiento de hace cuatro años en Veracruz, escoltado por Pías.

El trío de féminas compuesto por Laina Pérez, Sheyla González y Claudia Hernández, no dio margen a las mexicanas en la definición de conjunto. Sus balas se anidaron con mayr precisión en las dianas y en lo personal Laina sacó plata individual, confesando que algunos errores técnicos en su secuencia de disparos, la privaron del mayor éxito.   

Junto a ellos, los karatecas Baurelys Torres (55 kg) y Maykel Noriega (67) dibujaron su alegría en plata, luego de ceder en reñidos pleitos ante la venezolana Génesis Navarrete (han tei tras el abrazo a uno en la pizarra), y el dominicano Deivis Ferreras 2-1, por ese orden.

Ambos sentenciaron sentirse felices, muestra de que el karate cubano evidencia desarrollo, pese al casi nulo roce competitivo de primer nivel, exceptuando los campeonatos continentales. Para ellos devino crucial, la base de entrenamiento que sostuvieron en la altura peruana. Se redondearía su botín con una presea de bronce.

Igualmente vestidos de plata desde la plataforma sincronizada, se comportó el dueto de Jeinkler Aguirre-Yusmandy Paz. Nuevamente la piedra en el zapato se antojó el binomio de la tierra del padre Hidalgo.

Antes, se les había escapado el podio en el concurso individual, en el cual anclaron  cuarto y quinto lugares con casi 400 puntos Jeinkler, y el quinto de Yusmandy Paz (392.45), en prueba dominada por el azteca Iván García.

Otros rendimientos hubo para darle seguimiento por parte de la legión de la Mayor de las Antillas. Inició por la senda del triunfo su andadura el boxeo, que de antemano ya cedió en tres divisiones por no presentación.

Esta será una de las disciplinas que mayor efectividad demandará de sus exponentes, en aras de recortar la considerable diferencia que nos separa de mexicanos y anfitriones en materia de títulos.

Se suceden las jornadas con aztecas y mexicanos ganando la carrera dorada en la primera semana de competencias.

Ciertamente el calendario fue diseñado para que Cuba iniciara su repunte precisamente el viernes 27. Sucede que con el margen existente preocupa la dosis extra de presión y los niveles de eficiencia en extremo elevados bajo los que tendrán que competir los legionarios del pugilismo, el judo, la lucha, el canotaje, el atletismo, y lo que resta del tiro deportivo, que hasta este minuto igualmente ha quedado por debajo.

Eso, sin contar la urgencia de los elencos colectivos de cambiar la imagen dejada hasta este minuto. Voleibol de playa y sala, balonmano y polo acuático se cuentan entre las disciplinas que pudieran patentarlo para beneplácito de la afición fiel, y en la apuesta hasta el último aliento de que en Barranquilla sí se puede preservar la hegemonía continental que Cuba ostenta desde Panamá 1970.

Puede parecer reiterativo, pero los análisis y rendimientos evidenciados por el trío de naciones contendientes demanda de los nuestros un grado casi de excelencia en cada performance.

El repunte de hace cuatro años en Veracruz se concretó de la mano de la lucha, el boxeo y el campo y pista, este último con 23 vellocinos cruciales, en calidad de disciplinas con accionar casi hasta el momento de caer el telón.

Sin pecar de pesimista no creo que en esta edición el Deporte Rey aporte una suma similar de pergaminos. De hecho, sus pronósticos están cifrados en el entorno de las 15-18 coronas.

Es innegable que la inyección de capital de estos países, acompañado de la contratación de saberes de otras latitudes, incluido con un peso notable el de técnicos cubanos, los ha llevado a un grado de evolución evidente en materia deportiva.

En el día de la Rebeldía Nacional se necesita sobremanera que los antillanos tomen un segundo aire y encaren con todo lo que queda la recta final de los Juegos. Barranquilla ha sido en lo competitivo y respaldo de la afición una cita positiva.

Queda encomendarnos a los nuestros y esperar expectantes a ver qué sucede y cómo se comportan.