Comandante de Marina de EE.UU. procesado por vender secretos militares a cambio de prostitutas

El comandante de la Marina estadounidense acusado de aceptar viajes de lujo, prostitutas y entradas para un concierto de Lady Gaga de parte de un contratista de defensa de Malasia a cambio de información clasificada se declaró culpable este jueves de dos de los cargos que se le imputaban.

El comandante Michael Vannak Khem Misiewicz compareció ante una Corte de Distrito en San Diego, EE.UU., para responder a los cargos de conspiración para cometer cohecho y soborno de un funcionario público a raíz de su participación en un escándalo en el que también está involucrado el contratista malasio Leonard Francis, cuya empresa reparaba barcos de la Flota del Pacífico de la Armada de EE.UU.

Misiewicz admitió proporcionar entre 2011 y 2013 información clasificada valorada en millones de dólares al empresario, apodado 'Fat Leonard'.

A cambio, Misiewicz recibió prebendas tales como viajes, estancias en hoteles de lujo y cinco entradas para un concierto de Lady Gaga en Tailandia en mayo de 2012, según la acusación.

"A cambio de vacaciones de lujo, regalos y otros gastos, el comandante Misiewicz traicionó su juramento, a los hombres y mujeres de la Marina de EE.UU. y a los contribuyentes estadounidenses por dirigir contratos gubernamentales lucrativos a su patrón financiero", dijo la vicefiscal general Leslie Caldwell en un comunicado citado por Reuters.

La información entregada al empresario malasio incluía el movimiento de buques.

El comandante también prestó colaboración para la organización de visitas de los navíos de la Armada estadounidense a los puertos donde la compañía de Francis con sede en Singapur, Glenn Davis Marina Asia Ltd, tenía contratos de prestación de servicios tales como remolcadores, seguridad, abastecimiento de combustible, eliminación de residuos y otros servicios, dijeron los fiscales del caso.

En el caso están involucradas otras nueve personas, cómplices de Misiewicz, entre las cuales figuran cuatro oficiales de la Marina de EE.UU. Ocho de ellos se han declarado culpables y uno ya ha sido condenado a 27 meses de prisión.