Londres ignora los problemas cardíacos que padece Assange y le niega asistencia médica
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El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde hace dos años, sufre de arritmia pero las autoridades británicas no responden a una solicitud de asistencia médica, informan medios ingleses.
De acuerdo con las declaraciones hechas por uno de los representantes de WikiLeaks a 'Mail on Sunday', el fundador del sitio de filtraciones también padece problemas pulmonares y presión arterial alta. Según el diario, la Embajada de Ecuador, en la que Assange ya cumplió dos años, solicitó a las autoridades británicas que lo llevaran al hospital en un coche diplomático, pero el Ministerio de Asuntos Exteriores no respondió a esta solicitud.
El propio Assange ha expresado que, en lugar de gastar dinero en la vigilancia alrededor de la Embajada de Ecuador, las autoridades británicas deberían utilizar esos fondos para necesidades sociales. "¿Por qué se gastan en mí unas 240.000 libras al mes (más de 400.000 dólares), que estarían mejor invertidas en camas para los hospitales, alimentos para los necesitados y en los salarios de los maestros? La Policía Metropolitana ha gastado en la guardia de la Embajada unos 7 millones de libras (11,6 millones de dólares), que es una pérdida ridícula de dinero de los contribuyentes", dijo el periodista en la entrevista.
El escándalo en torno al portal WikiLeaks estalló después de la publicación de documentos del Servicio Diplomático de Estados Unidos. En los materiales confidenciales publicados el 29 de noviembre de 2010 figuraban, entre otras cosas, observaciones muy poco halagadoras acerca de líderes mundiales. Antes de esto, WikiLeaks publicó decenas de miles de documentos sobre las acciones de las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán.
Un tribunal británico dictaminó la extradición de Assange a Suecia, donde las autoridades lo acusan de delitos de naturaleza sexual. El fundador de WikiLeaks teme que podría ser entregado a las autoridades de Estados Unidos, donde podría enfrentar la pena de muerte.
Por lo tanto, ha estado pidiendo infructuosamente que las autoridades británicas le proporcionen la oportunidad de salir libremente de la Embajada de Ecuador y viajar al país sudamericano o a algún otro país en calidad de asilado político.
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