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Es un tema sensible pero les digo algo es bueno q se toque este tema, xq ponerlo como tabu, tengo una vecina de 17 que por años era abusada por su propio padre y ella es su única hija. Su madre estaba con el padre desde chica y era pura ceguera, eran tan babosa con su marido que no se percataba cuan talco tenía la vida de su hija. Solo era capaz de ver lo maravilloso padre q era, protector de su hija, ella no rosaba con nadie!!! no salía, solo a la escuela, al portal de la casa, cosas mínimas, ella se iba a trabajar y así, para variar con un carácter entro dócil y fuerte. Yo siempre veía a esa niña tan triste como Lia la de la novela o más que ella, xq no recuerdo verla sonreír. Advirtió dos veces a la madre que no la dejara sola con su padre y saben q, ella decidió llevarla a un psicólogo no para q mejorara o con el fin de saber si era verdad, si no para q le curara la cabeza. Esa fue la condena de la verdad se supo de esta hermosa traumada x su sucio padre. La estúpida madre aún ni creía,ni muchos, xq decían que él era un padre perfecto, era imposible, hasta q medicina legal determinó que las marcas q ya tenía en su cuerpo la brusquedad en la que su parte se encontraba y mil cosas más si era producto de semejante aberración. Hoy está preso. Ella sigue marcada por la tristeza ya se le ha quedado seco el rostro, xq a penas le veo de igual manera una sonrisa. Los niños no deben ver esto. Pero nosotros como padres debemos aprender a escuchar, darles confianza tanto a hembras como varones, para saber identificar si pasa lo más mínimo. El rostro de los días nos despierta, hablamos en otras novelas, de homofobia, de esclavos, de otros problemas y este jamás se ha tocado. Y se ha echo de una manera bien sutil, gracias x la novela y a todo el elenco y directora por la entrega