Pero el colmo de lo absurdo —aunque también previsible— fue el desmarque de muchos de sus consejeros y aduladores, como Marco Rubio, condenando los hechos, cuidando el futuro de sus ambiciones personales.
Un tribunal de Londres rechazó este miércoles conceder la libertad bajo fianza al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quien deberá permanecer en prisión hasta que se presente y se considere la apelación de EE.UU. sobre su extradición.