Morales del Castillo: el presidente de Cuba que quizás no conoces
Si preguntaran quién gobernó Cuba desde el 10 de marzo de 1952 hasta el 31 de diciembre de 1958, la mayoría de las personas responderían que fue Fulgencio Batista. Sin embargo, pocos conocen que en el transcurso de esos años la Mayor de las Antillas tuvo otro presidente: Andrés Domingo Morales del Castillo, quien asumió el cargo el 14 de agosto de 1954.
Morales del Castillo fue jurista y político. Nació en Santiago de Cuba el 4 de septiembre de 1890. Ocupó diferentes responsabilidades judiciales en la República Neocolonial entre 1916 y 1934, entre otros: secretario de la Audiencia Provincial de Oriente; juez de Instrucción y Correccional en Palma Soriano; juez de Instrucción en Holguín, y luego en Santiago de Cuba; magistrado de la Audiencia Provincial de Pinar del Río; y Juez de Instrucción de la Sección Segunda de La Habana.
Al poder ejecutivo llegó por mediación de Carlos Mendieta. Este gobernante lo nombró secretario de Justicia en 1934. En el mandato de Miguel Mariano Gómez continuó ejerciendo el mismo cargo, hasta que retornó al mundo judicial. De acuerdo con información disponible en la web, también presidió el Tribunal Supremo Electoral y la Junta Nacional de Censos, en 1938.
Pero el camino de Morales del Castillo en la política no había llegado a su fin. Tras el golpe militar de 1952, Batista lo nombró secretario de la Presidencia y del Consejo de Ministros. Cuando el tirano fundó su Partido Acción Unitaria, Morales del Castillo devino uno de los principales organizadores. Al parecer, los lazos se volvieron más estrechos con el paso del tiempo. Se plantea que, además de ser un importante funcionario de su gobierno, el jurista santiaguero se convirtió en uno de los testaferros e intermediarios de los negocios privados de Batista.
Después de las acciones del 26 de julio de 1953, la situación interna se volvió cada vez más volátil. El régimen apostó por legalizar su poder fáctico a través de elecciones en 1954. Fue en ese contexto en que Morales del Castillo inscribió su nombre en la lista de mandatarios cubanos.
Realmente se trató solo de una cuestión formal. En la práctica el ex sargento taquígrafo continuó siendo el hombre fuerte. Mediante un procedimiento del Consejo de Ministros, confió la primera magistratura de la nación a uno de sus más cercanos colaboradores para concurrir a las cuestionables elecciones de 1954 y regresar al despacho presidencial como candidato electo.
De tal modo, Morales del Castillo fungió como gobernante de la Isla del 14 de agosto de 1954 al 24 de febrero de 1955. Aunque diversos actores cívicos y políticos denunciaron la ilegitimidad de los comicios, el plan de Batista se concretó. Morales del Castillo, a su vez, volvió a ser nombrado en su anterior cargo de secretario.
Fuentes históricas señalan que, durante su corta administración multiplicó las llamadas Bibliotecas Ambulantes y Populares; reglamentó e implementó retiros y seguros gremiales; creó el Banco de Desarrollo Económico y Social; e instituyó un Código de Tránsito. En contraposición, ilegalizó al Partido Socialista Popular. También se le cuestiona su exención de aranceles y controles a las importaciones tramitadas por las Fuerzas Armadas, pues ello favorecía el contrabando a través del aeropuerto de Columbia, controlado por la cúpula militar.
Al ser inminente el triunfo de la Revolución, salió de Cuba en las primeras horas de 1959. Desplegó una ruta similar a la de Batista: primero Dominicana y luego Portugal. Falleció en Miami, Estados Unidos, el 1 de junio de 1979.
Añadir nuevo comentario