Tecnosexuales y pandemia

Tecnosexuales y pandemia
Fecha de publicación: 
26 Agosto 2021
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Metrosexuales, lumbersexuales… y ahora, tecnosexuales.

Bueno, el término data de hace décadas; pero con la pandemia parece estar emergiendo con más visibilidad esa figura porque precisamente las prácticas sexuales son de las más afectadas por el distanciamiento social.

Así ha ocurrido,  al menos en el sentido convencional de la sexualidad humana, la cual, en sí misma, ha ido apartándose cada vez más de convenciones aun antes que apareciera el virus de la verde corona.

De hecho, desde que se masificó el uso de los anticonceptivos, el sexo comenzó a  apartarse cada vez más de la convención que lo entendía solo como vía para la reproducción y empezó a ser concebido también como fuente de placer. 

Y si en un inicio ese  placer “le tocaba” solo a los hombres, también rompiendo convenciones y prejuicios el sexo fue posicionándose como fuente de placer igualmente femenino.

También allanando prejuicios, la homosexualidad, la bisexualidad y otras orientaciones han logrado posicionarse como algo bien ajeno a la categoría de enfermedad,  y cada vez son más y mejor entendidas como parte de la diversidad que nos distingue.

 

 

A estos hitos en la historia de la sexualidad humana –que no son los únicos- se ha añadido más recientemente lo que algunos entendidos catalogan un nuevo punto de inflexión a partir de la entrada de las nuevas tecnologías a nuestra cotidianidad.

¿Orgasmo digital?

En la actualidad,  con las limitaciones que impone la pandemia,  la interacción con las tecnologías de la información y las comunicaciones se ha hecho aun más habitual y necesaria, y con esta han emergido asimismo conductas sexuales “tecnomediadas” que ya hacen a más de un entendido pensar en un nuevo cambio en la sexualidad humana.

¿Llegó para quedarse? Nadie lo sabe. Lo cierto es que en este presente de hiperconectividad, inteligencia artificial,  realidad virtual y hasta meta-realidad, se han posicionando novedades también en la vida sexual.

Ese es el caso de los tecnosexuales o digisexuales. Se trata de personas cuyo deseo y excitación sexual se asocia a la tecnología.

No se refiere al consumo de pornografía mediante dispositivos tecnológicos como teléfonos celulares, tabletas, etc.; tampoco al empleo de vibradores y otros artilugios tecnológicos ideados para prodigar placer.

Sexólogos, psicólogos y otros especialistas que han profundizado en este tema, indican que se trata de otra cosa. Por ejemplo, el Dr. Neil McArthur,  profesor de Filosofía en la Universidad de Manitoba, Canadá, también coautor de Robot Sex: Social and Ethical Implications,  aclara que “lo que distingue a los digisexuales como identidad sexual es que encuentran que su conexión con la tecnología se parece  mucho a las conexiones que tendrían con humanos reales”. 

Algunos entendidos incluso llegan a afirmar que los tecnosexuales prefieren sexualmente la tecnología a las relaciones humanas. 

 


Muñecas y muñecos sexuales. Foto: tomada de Internet

Las definiciones de la tecnosexualidad varían al ampliar o limitar sus cotas, y son tan diversas como diversos son los académicos que las analizan. 

De ahí que haya quien incluye en la misma a los individuos que practican cibersexo o disfrutan del sexting -enviar mensajes, fotos o vídeos de contenido erótico-  y también se encuentran definiciones que sobre todo asocian la tecnosexualidad con aquellos que sobre todo privilegian la sexualidad con equipos y otros productos tecnológicos, desde robots y muñecas y muñecos sexuales, hasta programa digitales u hologramas.

Este último es el caso del japonés Akiko Kondo, cuyo matrimonio con un holograma en forma de animé -un asistente domótico de la compañía Gatebox-  fue noticia a nivel mundial en 2018 y dos años después lo fue su posible “viudez” por una actualización de software que realizó la compañía.

 


Akihiko Kondo con su esposa-holograma. Foto: tomada de Twitter

Kondo, de 35 años entonces, había declarado durante la ceremonia –sin bases realmente legales- que quería ser reconocido como una “minoría sexual”. "Los personajes virtuales no te engañan ni envejecen ni mueren", refirió el japonés, quien además acotó que no podía imaginarse saliendo con una mujer de carne y hueso.

En realidad, él no es el único protagonista de esas uniones singulares. La empresa que lo “casó”, que no es otra que la fabricante del dispositivo, había entregado más de tres mil 700 certificados de matrimonio de “dimensión transversal”, como les llaman.

Lo que nunca quedó claro en esa “transversalidad”, seguro por respetar la privacidad del desposado, fue lo concerniente a su vida sexual de casado. La prensa recogió en aquel momento que el holograma le daba las buenas noches, y luego él se iba a la cama con un peluche con la forma del holograma; el mismo peluche al que puso el anillo de casados durante la ceremonia nupcial.

Y si Kondo no es el único enamorado y casado con un holograma, tampoco es el único caso conocido de humanos que han entablado vínculos semejantes con soportes tecnológicos. 

Estudiosos del tema mencionan relaciones con Siri, la asistente virtual de Apple, -como la obsesión del personaje de Raj en la serie estadounidense The Big Bang Theory- y no faltan quienes se remiten al multipremiado largometraje Her , de Spike Jonze, donde el protagonista entabla una hermosa historia de amor con un sistema operativo, a modo de avanzada de lo que vendría después.

Ni estigmatizar ni discriminar

Algunos consideran que la tecnosexualidad, más que una orientación podría ser considerada un estilo de vida, pero sea una u otro, lo importante es no dejarle espacio a las estigmatizaciones ni a discriminaciones marcadas por una escasa amplitud de miras y baja tolerancia a la novedad y diversidad.

Si los humanos hemos aprendido en un par de años a no besar, a mantenernos  distanciados unos de otros, a andar por la vida con el rostro semioculto tras un nasobuco y llevando como compañía perpetua el pomito de solución hidroalcohólica, ¿por qué no aprender a convivir también con nuevas prácticas en el terreno de la sexualidad?
 

 

Comentarios

Felicito a,la,periodista Vladia Rubio por tan intetesante articulo donde aborda de forma desprejuiciada,y sin mojigataria,alguna,este importante,tema de la sexualidad en tuempos,de,pandemia,, ignorado casi por completo en nuestross ,medios de,forma inexplicable. Temas de esta indole requieren ser abordados,con mas,frecuencia en nuestra,prensa, propiciando el sano debate e intercambio con los,lectores. Saludos Claudio Vigoa
Claudiocvll@nauta.cu

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