Robots percibidos como extensiones del cuerpo humano
especiales

Un momento del experimento con un robot.
Un robot que colabora en la realización de ciertas tareas es percibido por los humanos como una extensión de su propio cuerpo.
Por ejemplo, la mano de un robot humanoide que ayuda con una tarea se considera parte de su propio esquema corporal.
El descubrimiento, publicado en la revista iScience, podría ayudar a mejorar el diseño de robots utilizados en estrecha proximidad con los humanos, por ejemplo, en la rehabilitación motora.
El estudio, financiado por el Consejo Europeo de Investigación, se realizó en Italia y Estados Unidos, bajo la coordinación de Alessandra Sciutti, del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) en Génova, y en colaboración con el grupo de Joo-Hyun Song en la Universidad de Brown.
Se descubrió que, al igual que ocurre entre los humanos, al colaborar con un robot humanoide se activan mecanismos inconscientes, como el proceso cognitivo conocido como "efecto de la mano cercana".
Según ese proceso, la proximidad de la mano a un objeto modifica la atención visual de la persona, preparándola para usarlo.
La investigación también consideró la capacidad del cerebro humano para crear un esquema corporal extendido, que también puede integrar objetos.
Como resultado de la combinación de un proceso inconsciente y estímulos externos, el esquema corporal construido por el cerebro humano nos permite evitar obstáculos o agarrar objetos sin mirarlos.
Para estudiar qué sucede en este mecanismo cuando un humano interactúa con un robot, se realizó un experimento diseñado por Giulia Scorza Azzarà, estudiante de doctorado del IIT e investigadora principal de este estudio.
En el experimento, una persona y el robot humanoide iCub colaboraron para cortar una pastilla de jabón con un cable de acero.
Se descubrió que la mano del robot era percibida como una "mano cercana" solo por los humanos que colaboraban con él, especialmente si lo consideraban un compañero competente y agradable.
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