OPINIÓN: ¡Que no, Michael, que no!
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El nombre de Michael Phelps sigue siendo sinónimo de excelencia en la natación mundial, gracias a sus 28 medallas olímpicas (23 de oro) y múltiples récords mundiales, y su legado parece intocable.
Sin embargo, en recientes declaraciones, el Tiburón de Baltimore ha dejado entreabierta una puerta que muchos creían cerrada para siempre: la posibilidad de volver a competir y presentarse a los Juegos de Los Ángeles 2028.
En una entrevista reciente para el podcast Final Kick, Phelps dijo: "Nunca digo nunca. El agua todavía corre por mis venas. Si siento que tengo algo más que dar, no lo descartaría".Por supuesto, inmediatamente estas palabras desataron especulaciones entre fanáticos y expertos del deporte.
Pero, ¿Es realista un regreso? ¿Para qué?
A sus 40 años, Phelps ya vivió dos retiros oficiales (en 2012 y 2016) y un regreso previo para los Juegos de Río 2016, donde demostró que aún podía dominar la escena mundial. No obstante, un nuevo retorno sería un desafío aún mayor.
Además de la edad y la irrupción indetenible de nuevos talentos, la exigencia de competir al más alto nivel requiere una dedicación casi sobrehumana y muchísimo tiempo, ese que quería pasar con su familia.
Sin embargo, parece que por ahí le entra el agua al coco, porque el deseo de que sus hijos le vean competir pudiera ser su motor para al menos intentarlo en su prueba emblemática (los 200 metros estilo mariposa), considerada más técnica y menos dependiente de la explosividad juvenil, o los relevos.
Esta última pudiera ser una posibilidad más palpable, y así “cumpliría”, pero seamos realistas, no tiene ninguna necesidad.
Evidentemente, el mundo de la natación (y los patrocinadores, que ya frotan sus manitas como hienas en día del cobro) recibirían tu regreso con la misma emoción que un niño en Navidad… ¡pero hermano, no te metas en camisa de once varas!
Es muy romántico pensar que con 43 años podrías competir de tú por tú con chicos de 20 que comen proteína en polvo hasta por las orejas, pero nunca se ha visto ni en Animal Planet.
Usted ya tiene un legado escrito más brillante que el oro de sus medallas y corre el riesgo de mancharlo. Reconozcámoslo, ya no estamos para esos trotes y terminarías siendo carne de memes.
Sé que nunca leerás estas líneas pero espero que si el regreso pasa en serio por tu mente alguien piense igual que yo: ¡que le den un café y le hagan entender!
Siga nadando con los Masters, disfrutando de la vida sin cloro en exceso, y no someta a su cuerpo a una exigencia que al final le aportaría menos de lo que le puede quitar.
Dinero no te hace falta ni fama tampoco, no empañes tu legado como máximo referente del olimpismo por un capricho.
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