El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, propuso hoy crear una coalición internacional comprometida con la paz, para que Naciones Unidas recupere su rol central en los conflictos, al intervenir en la Cumbre del G7 en Canadá.

Fuentes oficiales informaron que, durante su intervención en la sesión ampliada de la alianza formada por las siete mayores economías del mundo, Lula hizo un llamado urgente a la constitución de un grupo de países comprometidos con la paz.

Cuestionó duramente la proliferación de conflictos armados y denunció la indiferencia global ante las consecuencias humanas y sociales de las guerras.

Señaló que los gastos militares en el mundo alcanzan cada año los dos mil 700 billones de dólares, equivalente al Producto Interno Bruto de Italia, fondos que —a su juicio— podrían destinarse al combate contra el hambre y al financiamiento de una transición energética justa.

Al referirse al conflicto entre Rusia y Ucrania, sostuvo que «ninguno de los dos lados conseguirá sus objetivos por la vía militar».

Reiteró que solo el diálogo entre las partes permitirá alcanzar un alto al fuego y una salida pacífica.

También condenó la violencia en la Franja Gaza, la matanza de civiles y el uso del hambre como arma de guerra, al tiempo que lamentó la negativa de varios países a reconocer el Estado palestino.

Sobre el reciente ataque israelí a Irán, alertó que podría transformar a todo Oriente Medio en un «campo de batalla» con repercusiones impredecibles.

Recordó que el G7 nació tras la crisis energética de 1975 y advirtió que la persistente dependencia de los combustibles fósiles condena al planeta a un futuro incierto.

Finalizó subrayando que los recursos destinados a las guerras deberían servir para enfrentar el cambio climático y construir un mundo más justo.

El mandatario brasileño participó como invitado en la cumbre, que se celebra en la ciudad canadiense de Kananaskis, junto a líderes de México, India, Corea del Sur, Sudáfrica, Ucrania y Australia.