Las primeras indicaciones de la Defensa Civil por la tormenta tropical Delta

Las primeras indicaciones de la Defensa Civil por la tormenta tropical Delta
Fecha de publicación: 
5 Octubre 2020
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Ante el posible impacto de la tormenta tropical Delta sobre el occidente de Cuba, el Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil (EMNDC) estableció hoy la Fase informativa para las provincias de Pinar del Río y Artemisa, y el Municipio Especial Isla de la Juventud.

La disposición constituye el inicio de la respuesta al nuevo fenómeno hidrometeorológico en esa zona del país, aunque el resto de los territorios occidentales deben mantenerse atentos a su evolución e incrementar la vigilancia.

En esencia, se informa la posibilidad de ocurrencia de un evento y la necesidad de cumplir las medidas previstas en sus respectivos planes de reducción del riesgo de desastres con racionalidad y prestar especial atención a las disposiciones contenidas en la prevención y control del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.  

Sobre el particular, especialistas del EMNDC reiteraron que es imprescindible poner en práctica indicaciones de este último, en coordinación con el Ministerio de Salud Pública, para enfrentar la actual temporada ciclónica del Atlántico -del 1ro. de junio al 30 de noviembre- y la compleja situación que provoca la enfermedad infecciosa.

Los expertos sugirieron en ese sentido la aplicación del saneamiento ambiental, en particular la desinfección, eliminación de vectores, la limpieza y mantenimiento del sistema de evacuación de residuales líquidos (fosas y tanques sépticos) y la correcta disposición final de los sólidos, así como un adecuado funcionamiento de las instalaciones sanitarias.

Además, el aseguramiento de los servicios vitales, de agua, inocuidad de los alimentos (transportación, almacenamiento, elaboración, conservación y expendio) energía y comunicaciones.

En lo que ya constituye una regla elemental desde que en marzo pasado empezó la lucha contra la COVID-19 en Cuba, indicaron el mantenimiento de las normas de protección y distanciamiento social que eviten el hacinamiento, la aglomeración de personas, el empleo obligatorio de nasobucos (mascarillas) y de sustancias desinfectantes, y el control del acceso.

Respecto a las viviendas empleadas para la protección de las personas, deben preservarse, de acuerdo con las pautas de conducta establecidas para evitar contagio por la COVID-19.

En ese sentido, es aconsejable el establecimiento de un local para aislamiento en caso de detectar personas sospechosas de COVID-19.

En la Fase informativa es imprescindible acelerar la poda de árboles sin afectar su estructura básica, talar sólo aquellos que constituyan peligro inminente a la estabilidad de viviendas, redes eléctricas, de comunicaciones u otras instalaciones.

Igualmente urge la recogida de escombros y desechos sólidos, la eliminación de microvertederos, limpieza y desobstrucción de tragantes, desagües y otras vías para la evacuación del agua originada por las intensas lluvias.

Incluso, la retirada de letreros lumínicos, paneles solares, anuncios, señales de tránsito, luminarias de parques y principales vías y el aseguramiento de objetos que las rachas de vientos pudieran convertir en proyectiles volando en cualquier dirección.

Una condición obligatoria es el dominio de la situación hidrometeorológica en cada lugar y el seguimiento de la información que emite el Instituto de Meteorología en sus avisos, las orientaciones del EMNDC y de los consejos de Defensa, con el empleo de los medios de comunicación masiva, los radioaficionados, las radio base y otros medios de información alternativos.

En tales circunstancias se impone la revisión del estado técnico y mantenimiento de los grupos electrógenos de emergencia designados para su empleo, y las reservas de combustible y aseguramientos previstos para la protección de la población en sus diversas modalidades.

Es inaplazable velar por el estado constructivo e higiénico sanitario de las instalaciones y de los centros de elaboración de alimentos, al igual que la situación de las embarcaciones en áreas de faena y aviso sobre la situación existente.

Las zonas sembradas y la determinación de los cultivos por recolectar en breves plazos deben ser atendidas con prioridad por su significado para la alimentación de la población, sobre todo la protección de la masa animal.

Otro asunto vital es el estado de la situación epidemiológica, epizootiológica y fitosanitaria, así como de las medidas de aseguramiento médico, veterinario y fitosanitario, al igual que la activación de los centros de dirección de los consejos de Defensa provinciales, municipales y de zonas en los territorios que pueden ser afectados.

Los especialistas atribuyeron particular importancia al incremento de la observación y prevención hidrológica, con el propósito de activar los lugares donde se protegerán las personas y centros de elaboración de alimentos para la población evacuada, en especial en las áreas de inundación.

Opinaron que es fundamental en la Fase informativa comenzar la recolección de productos agrícolas en cosecha, según las regulaciones del servicio de transportación en general, adaptado a las condiciones de la pandemia de COVID-19.

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