La «hormona del doping», eficaz contra el cáncer
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La hormona eritropoyetina (EPO), conocida desde hace 40 años como estimulante de la producción de glóbulos rojos y como sustancia dopante, desempeña un papel inesperado en el cáncer: de hecho, es capaz de favorecer la progresión de la enfermedad frenando el ataque del sistema inmunitario.
Al bloquear su acción en ratones, investigadores de la Universidad de Stanford han conseguido erradicar el cáncer de hígado, abriendo el camino a nuevas terapias también para otros tipos de cáncer, como demuestran los resultados de un estudio publicado en la revista Science.
Al bloquear la actividad de la EPO, los investigadores lograron transformar los tumores hepáticos "fríos", es decir, inmunorresistentes, en tumores "calientes", repletos de células inmunes que combaten el cáncer.
El tratamiento, combinado con una inmunoterapia que activa aún más las células inmunes contra el cáncer, condujo a la regresión completa de los tumores hepáticos en la mayoría de los ratones.
Los animales tratados sobrevivieron durante toda la duración del experimento, mientras que los animales de control no tratados sobrevivieron solo unas pocas semanas.
"Este es un avance fundamental en nuestra comprensión de cómo se activa y desactiva el sistema inmunológico en el cáncer", afirma el líder del estudio, Edgar Engleman.
"Estoy entusiasmado con este descubrimiento y espero que los tratamientos que se dirigen al mecanismo que hemos identificado pasen pronto a ensayos en humanos", agrega.
Aunque el estudio se realizó en ratones, hay grandes posibilidades de que la Epo pueda desempeñar un papel similar en muchos tipos de cánceres humanos.
"Una investigación de hace más de una década demostró que administrar Epo a pacientes con cáncer y anemia para estimular la formación de glóbulos rojos aceleraba el crecimiento del tumor", recuerda Engleman.
La conexión era tan clara que en 2007 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos exigió una etiqueta específica en el producto, desaconsejando su uso en pacientes con cáncer.
Los investigadores también observaron una clara correlación entre el pronóstico de los pacientes y los niveles de Epo y su receptor en el tumor.
"Esos estudios antiguos demostraban claramente que cuanto mayor era la presencia de Epo y su receptor en los tumores, peor era el estado de los pacientes, pero la conexión entre la Epo y la inmunidad contra el cáncer, concluye Engleman, nunca se había identificado hasta ahora".
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