DE LA COCINA: Chile habanero

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DE LA COCINA: Chile habanero
Fecha de publicación: 
16 Noviembre 2025
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Imagen tomada de https://www.hidrorgan.com.mx

Las comidas picantes son controvertidas, rechazadas por unos, adoradas por otros, y muchos son los alimentos que cuentan con esta peculiaridad en menor o mayor medida, desde mostaza, pimienta, ajo, rábano, jengibre, y, por supuesto, los chiles o ajíes, también conocidos como guindillas o pimientos. Sobre estos últimos hablaremos hoy.

El chile es originario del continente americano, en específico de la zona central y sur. México es uno de sus más grandes productores, de hecho es tradicional de su gastronomía por eso cuando pensamos en comida mexicana enseguida viene el picante a nuestra mente y el habanero es de los más presentes.

Su nombre quizás confunda un poco porque pareciera ser natural de La Habana, sin embargo, no. Aunque en Cuba lo cultivamos bastante, en realidad procede del país azteca. Que su apellido coincida con nuestro gentilicio tiene que ver con las rutas comerciales de antaño que le obligaban a hacer escala aquí. De lo que se tiene certeza es de que es antiguo, las referencias ubican su existencia hace miles de años, anterior a la época precolombina.

El chile habanero es fácil de cosechar. Es una planta bastante resistente a las plagas que abundan como mosquita blanca, pulgones, hormigas y hongos. Solo hay que estar atentos para atacar cualquier amenaza. No es muy exigente y crece con rapidez mejor en tierra firme, pero también en maceta. Puede florecer y dar frutos durante todo el año, y estos son desde un verde intenso al rojo más vivo. Además, su tamaño también varía, puede alcanzar un diámetro de pulgada y media, siempre dependerá de las condiciones en que se encuentre.

Este ají rico en vitaminas y minerales podemos consumirlo verde o maduro y aparte de su picor penetrante posee aroma afrutado. Por su apariencia a veces es confundido con el cachucha nativo cubano o el dulce que abunda en Venezuela y República Dominicana, y esto se debe a que son primos, de la misma familia de chiles.

En muchos casos es cuestión cultural, tradición culinaria o de atreverse a probar, salir de la zona de confort y descubrir nuevas sensaciones. Se trata de un estimulante natural que favorece el apetito. De acuerdo con información encontrada en la web por sus características puede, incluso, aliviar malestares y eliminar toxinas, tiene propiedades antiinflamatorias, antioxidante y también como descongestionante.

En Cuba no forma parte de la dieta cotidiana, no sucede como en otras latitudes donde es común preparar platos picantes desde la olla porque no es una sensación agradable para todos los paladares. Es exótico encontrar una familia en la que a cada integrante le guste. En realidad aquí es solo ocasional, pero muchos prefieren tener preparado su aderezo personal para agregar a la comida a demanda. Estas preparaciones pueden ser tan sencillas como juntar ají con aceite y vinagre. Ya lo veremos.

Puede ser usado para macerar carnes, también en salsas y guisos para darle un toque de fuego a cualquier preparación. Es importante saber que la sensación picante no es exclusiva de la boca, por tanto hay que tener precaución cuando se manipule. Si no se tiene guantes, conviene ayudarse de cubiertos y luego lavarse las manos varias veces. Jamás se debe tocar ojos y otras partes del cuerpo porque el ardor puede ser irresistible para pieles sensibles.

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Imagen tomada de https://www.laylita.com

ADEREZO CRUDO

Esta es una receta clásica muy fácil de lograr. Se prepara sin cocción y por sus ingredientes se conserva durante muchísimo tiempo en refrigeración. Solamente se combina chile habanero y sus semillas con aceite, sal y vinagre. Al gusto se pueden agregar otros condimentos como ajo o culantro. Las cantidades dependen de la preferencia, del sabor que queramos lograr y de la tolerancia al picante. Mientras más ají, más picosa será la mezcla. Se puede triturar todo muy fino con ayuda de cuchillo o procesador, incluso en batidora, o solo hacerle unos cortes al ají. De igual forma será sabroso y más intenso con cada día que pase.

Este adobo base es especial para añadir a platos ya listos como sopas, cremas, ensaladas, viandas o carnes fritas o asadas; así como para enriquecer cualquier pasta de untar y para marinados. Es una opción rápida para cuando se tiene antojo. Con seguridad levantará cualquier plato.

UN PLUS

Una variante de este básico ligero de consistencia es asar los ajíes antes de procesarlos para darle un toque ahumado, y una opción mucho más exótica aun es crear una receta de sabor potente y agridulce si le ponemos miel, mango, guayaba o piña maduros. En este caso también se cocina antes de batir y luego se lleva de nuevo al fuego para integrar todos los ingredientes. Se conseguirá una salsa con más cuerpo y deliciosa. Es adictiva, así que no olvide que en exceso puede causar molestia.

Si el chile habanero es nuevo en su cocina, la sugerencia es que comience con pequeñas cantidades para acostumbrar su paladar. Es usual sentir un poco de ardor y calor, pero si se pasa en la dosis puede aliviar la sensación de picor con lácteos o alimentos dulces. Será suficiente con beber un poco de leche, yogur o tan simple como agua con azúcar. Intente poner menos cantidad la próxima vez hasta que la tolerancia le indique.

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