Condiciones predictivas
especiales

Imagen tomada de https://uchile.cl
Ya pasó el invierno y pronto comenzará a subir la temperatura para asfixiarnos como a fuego lento y luego intenso en esta olla húmeda en la que vivimos y que se llama Tierra. Dura tan poco y a veces creemos que los fríos de ahora son cada vez menos en contraste con los calores que rompen récords de vez en vez.
Sin embargo, este texto no es del calentamiento global y el cambio climático sino de cómo algunas personas ¨sentimos¨, antes de que sea evidente para todas, las constantes variaciones del tiempo.
Sí, en ocasiones yo misma me creo pitonisa meteorológica por partida doble. Alérgica de toda la vida y debutando con una rodilla majadera, no soy capaz de decir qué viene, pero si estando medicada y con las alergias calmadas comienzo a estornudar y moquear, o me arden los ojos, me pica la cara y me siento irritable y congestionada, ya sé que bajará la temperatura o lloverá. Y ahora, para confirmarlo, mi rodilla derecha también me lo grita, se pone rígida, me dice ¨aquí estoy¨.
Así ha sido durante mis tantos años consciente. Y lo mismo le he escuchado a muchas personas del poder adivinador de sus articulaciones. Expertos indican que existe una conexión real para ello, que no es una locura de cuerpos y mentes desvariados que detectan alteraciones en la presión atmosférica cuando disminuye justo antes de la lluvia o de una disminución en el termómetro.
No sé todos, pero algunos alérgicos somos sensibles a la humedad en todas sus formas, y supongo que el aire se cargue de gotas invisibles mucho más cuando quiere llover y por eso nos sentimos mal.
Lo mismo ocurre con pacientes con artrosis, músculos desgarrados o huesos rotos que, vueltos a soldar, nunca serán los de antes y logran anticiparlo porque se ¨sienten¨ sus partes articuladas o quebradas, quizás no con dolor, o puede que también, pero en la mayoría de los casos es solo una sensación molesta que experimentan de repente. Y esto es común en diversos padecimientos.
En el caso de enfermedades reumatológicas y otras afecciones conviene mantener la temperatura en sus articulaciones y zonas afectadas, taparlas para que conserven el calor y de ese modo favorecer la circulación sanguínea ante un cambio brusco, que como sabemos, no avisa. También, en lo posible, es bueno ejercitar el cuerpo para que estén saludables articulaciones y músculos y no se muestren precipitadamente ante la inestabilidad de turno.
Es complejo evitar problemas respiratorios estacionales en personas sensibles porque no sabemos cuándo la atmósfera se va a llenar de alérgenos como el polen, por ejemplo, cuando es dispersado con furia por los vientos. Solo podemos ser disciplinados con el tratamiento para las alergias, no fallar con la medicación, y de ese modo quizás nuestros sistemas inmunológicos no reaccionen de forma exagerada.
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