Anisley García, una «Tuti» convencida de que a la élite se llega por Kazán (+ Videos)

Anisley García, una «Tuti» convencida de que a la élite se llega por Kazán (+ Videos)
Fecha de publicación: 
31 Enero 2022
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Anisley García es la mejor clavadista cubana de la actualidad, y en su mente busca emular a Mayté Garbey. De hecho, con 16 años sorprendió gratamente a todos luego de coronarse en la plataforma a diez metros de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, desplazando con un acumulado de 332.90 puntos a las archifavoritas mexicanas Viviana del Ángel (332.45) y Gabriela Agundez (330.45).

Anisley está determinada a insertarse en la élite del ornamentalismo, al menos en la plataforma, pues, pese a simultanear este evento con el de trampolín, está consciente de que es su prueba medular, además de la que mejores dividendos le ha aportado. 

Luego de estar cerca de clasificarse a los Juegos Olímpicos de Tokio, al ubicarse en el puesto 21 de la Copa del Mundo de 2021, en clasificatorio disputado en la propia capital nipona (256.70 ptos), la «Tuti», como la conocen todos en el mundo deportivo, está decidida a que este sea su ciclo de materialización de resultados de primer nivel. 

Y al parecer la Federación Internacional de Natación también lo cree posible, por lo que decidió concederle la oportunidad de elevar su forma deportiva en el Centro de Entrenamiento internacional de deportes acuáticos de Kazán, Rusia, donde se foguean, desde comienzos de 2021, el también ornamentalista Carlos Daniel Ramos y el nadador Luis Vega. 

 

Tuti bajo la lupa

Adentrándonos en los últimos rendimientos de la Tuti, o más bien, su hoja de ruta posterior a Barranquilla, hallamos que en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 ancló séptima en la final individual de plataforma (318.30), octava en el trampolín a un metro (251.65), y cuarta, junto a Arlenys García (260.70), en el sincronizado de plataforma para damas. 

Y más recientemente, en los I Juegos Panamericanos Junior de Cali, Colombia, se impuso en el trampolín a un metro (276.5 rayas), al igual que en la modalidad de equipos mixto (471.2), además de agenciarse bronce en la plataforma en solitario (285.85), palmarés que quizás la relanzó al foco de atención de los gurúes de la disciplina dentro de la FINA, y que propulsó su invitación a Kazán. 

Ciertamente, el escenario de desarrollo de la Tuti, quien exhibe el puesto 37 del ranking mundial de plataforma derivado de esa única incursión en la Copa del Mundo de Japón en 2021, con ocho unidades, no ha sido el mejor. 

A los problemas que tradicionalmente ha presentado el Complejo de Piscinas Baraguá, en materia de calentamiento del tanque de clavados y las piscinas, se suma el impasse más que prolongado por causa del azote de la pandemia de COVID-19, el cual intentaron mitigar luego poniendo el turbo a su preparación de caras a ese preolímpico entrenando bajo régimen de burbuja. 

Sobre esa etapa preparatoria rumbo al sueño de Tokio, que luego devino su base de cara a la cita de Cali Valle, confesó a CubaSí: 

«En este tiempo hemos estado recuperando todo lo relacionado con nuestra forma deportiva, que por mucho que lo intentamos, perdimos, por tanto tiempo de inactividad. Lo fundamental fue no tocar el agua, la esencia de nuestro deporte… entonces lo primero fue ganar en el componente físico y lo básico asociado a nuestro programa de saltos.

«Se trata de reforzar muy bien el básico para llegar a los clavados más complejos con mejor calidad. De lo contrario, no sirve de nada subirlos y tener que volverlos a bajar por no poseer todos los elementos técnicos a un nivel correcto».

—Desde el punto de vista físico, ¿cómo has complementado ese trabajo?

—En la parte física, nos concentramos en el trabajo en seco, repasar la técnica, muchas imitaciones, los mortales en el cajón y trampolines en seco, sacarle el mayor provecho a la cama elástica…

«En mi caso, hago tanto plataforma como trampolín, entonces me toca esforzarme el doble y hacer de todo un poco en materia de ejercicios. De eso se compone la rutina aquí en el gimnasio. Igualmente, nos enfocamos en el fortalecimiento de mi rodilla izquierda, que me lesioné entrando después de la cuarentena. Hago todo lo que se puede y planifican mis entrenadores».

—En tu caso, que has simultaneado eventos de manera oficial internacionalmente, ¿se te da bien?

—En mi caso, lo llevo bastante bien. De darse mejor, por los resultados, estamos convencidos que la plataforma, pero en el trampolín, por extraño que parezca, me da menos miedo. Me siento más segura, pues se trata de menos altura, y entonces resulta más fácil entrenarlo.

—¿Y a tono con tus características físicas?

—Con los dos eventos me siento cómoda. A veces, con la plataforma tengo que hacer un poquito más de esfuerzo, porque tengo que bajar un poquito más de peso, lo cual en el trampolín no se nota mucho.

«Pero en ese sentido, bajo, para poder realizar ambos eventos con todas las de la ley».

 

A esos detalles debemos necesariamente sumarle el casi nulo roce competitivo de nivel que poseen nuestros clavadistas. Imaginen que su calendario para este 2022 se limitará al clasificatorio para los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador de 2023, sin contar con invitaciones para ninguna de las cuatro fases de la Serie Mundial (entre marzo y junio). 

El Mundial de natación, que estaba pactado para la japonesa Fukuoka en mayo de este año, producto de la tensa situación epidemiológica imperante quedó pospuesto para 2023, por lo que el único oasis hasta este minuto, doméstico además, será el Campeonato Nacional de junio, en el cual se prevé participe la totalidad de los miembros de nuestra preselección nacional. 

El sendero es rocoso, en ocasiones se presentará inhóspito para Anisley, quien, cuando inició en el ornamentalismo, no sabía nadar. 

Pero la Tuti ha estado por casi 15 años sorteando escollos de diversa índole, quemando no pocas etapas de la niñez de una pequeña normal, creciendo con el vocablo entrega como premisa. 

Siendo la más joven de tres hermanas, heredó el gen deportivo, pues estas le antecedieron practicando atletismo y pesas una, y clavados la otra. Precisamente a la última le debe Anisley sus primeros pasos en esta disciplina de mortales y giros, siempre con el respaldo incondicional de su mamá Hilda. 

Anisley, o la Tuti, está convencida de que la ruta del éxito para nada se antoja una panacea. También la convence a sus 20 abriles (nació el 19 de enero de 2002) el hecho de que un sólido camino hacia su inserción definitiva en la élite puede ser, de hecho, esa estancia de un año en Kazán, a la que intentará sacarle, a fuerza de filigranas en el aire, en fracciones de segundos, el mayor provecho posible.

El sincronizado mixto de plataforma pudiera convertirse en un arma de potencialidades para la Tuti. Foto: Roberto Morejón

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