Un concurso para que bailen dos (+ FOTOS)

Premios hubo muchos. El premio de interpretación femenina fue para Aracelys Dianet Lobaina (por De perros, de la compañía Médula); el de masculina correspondió a Elio Orestes Reyna (De perros, Danza libre), y el de coreografía lo compartieron Dayán Enmanuel Julio Arango (Al pasar el tiempo, Atabaque, Colombia) y Joel González (De perros, Médula)… y una larga lista de menciones y otros reconocimientos.

La competencia es importante, claro, pero no debería ser asumida como lo más importante. El concurso de coreografía e interpretación Danzan Dos es una oportunidad excepcional para el intercambio entre bailarines, coreógrafos, maestros, especialistas… y el público en general. No son muchos los encuentros en los que artistas de muchas de las provincias del país (al menos las que cuentan con un significativo movimiento danzario) pueden verse las caras, mostrar y confrontar sus experiencias y realizaciones puntuales, discutir los desafíos de la danza cubana y sus hacedores.

La edición que culminó este lunes tuvo una gran convocatoria, hasta el punto de que hubo que organizar tres funciones de competencia. Como suele suceder, la calidad interpretativa estuvo por encima del vuelo coreográfico: es uno de los retos de la creación danzaria en el país. La participación de jóvenes coreógrafos fue mayoritaria, lo que demuestra que interés y buenas intenciones no faltan. Hay que seguir profundizando en la investigación y el basamento cultural que deberían sustentar cualquier ejercicio coreográfico.

Durante las cinco jornadas del evento se sucedieron clases de técnica, conferencias y exposiciones que redondearon un programa que implica a todo el movimiento escénico de la provincia de Matanzas, desde el epicentro de Danza Espiral, anfitriona de la cita, y desde la incansable labor de la maestra Liliam Padrón, que sigue siendo el motor de estos encuentros.

Los homenajes a dos grandes maestros de la danza cubana, Manolo Micler y Miguel Iglesias, reafirmaron el compromiso con la historia; aunque el Danzan Dos es, sobre todo, una apuesta por el futuro.