Julian Assange: Entre la decencia y la sumisión

Ahora se trata de imponer la expulsión de Julián Assange de su asilo en la embajada de Ecuador en Londres.

Como es sabido, tal sede diplomática le ha salvado la vida desde que, en 2012, lo admitió entre sus paredes.

Antes, la CIA amenazó con ejecutarlo por denunciar algunas de sus maquinaciones contra movimientos progresistas de la región.

Expertos suman el intento de golpe de estado en Honduras así como sus manotazos en Paraguay.

Todo santiguado por su OEA y los criados locales.

¿Motivo de ese descomunal odio? La inclinación de gobiernos, en primer lugar de Venezuela, Bolivia y Nicaragua a ser fieles a su independencia y soberanía.

El triunfo de una izquierda progresista en México vino a reforzar esa esperanza en lo sucedido.

Fue en el mencionado contexto que esferas oficiales de Ecuador asoman la posibilidad de sacar a Julián Assange de su protección en la embajada de Ecuador en Londres.

¿Será permitido que un hecho como ese resulte perpetrado?

A los agradecidos por la heroica actitud de Assange corresponde impedirlo, o sea, una disyuntiva entre la decencia y la sumisión.