Tras los pasos de Blanca Haddad en la 11 Bienal de La Habana

La 11 Bienal de La Habana continúa su marcha arrolladora por la ciudad.  Entre  las propuestas atractivas que ha presentado es la visita, por vez primera, de la artista venezolana Blanca Haddad (1972-). Con una obra trasgresora, la accionista venezolana se ha ganado el respeto y la admiración, de muchos, en el circuito latinoamericano de las artes visuales.

Esta creadora sobresale dentro del universo creativo venezolano por la pujanza y expresividad de sus piezas. Bajo el lema prácticas sociales e imaginarios sociales, Haddad nos presenta en esta 11 Bienal una propuesta “Tropipunk, talismanes marginales” o “Nada es eterno”, como también se le conoce. La obra es un mural, de grandes dimensiones, que realizó en el patio de la Casa del Alba, acompañada por la música de Leo Cayuela.

Como es habitual, durante su presentación, la artista se apropió de otras manifestaciones artísticas como el performance para desarrollar su singular invitación a reflexionar sobre la cotidianidad. De hecho, a través de un discurso incisivo trata de legitimar las proyecciones artísticas que no son privilegiadas por los grandes poderes mediáticos.

En esta obra Blanca Haddad nos presenta figuras predominantes, con colores estridentes, fusionadas con textos que abordan temas sociales, preponderando el papel de temas medulares como la violencia femenina, el machismo, el abuso de poder y lo urbano-marginal, así como su incidencia en la contemporaneidad. Todo esto como parte del proceso de apropiación y reconversión desarrollado por el sujeto en su relación con la realidad circundante.

Bien pudiéramos calificar esta acción pictórica que Haddad nos ha presentado en la 11 Bienal como aguda e intimidante; bien marcada por las corrientes punk. Indiscutiblemente, esta pieza enriquece las miradas y alegorías del imaginario social bajo una mirada crítica dirigida hacia los estereotipos y clichés, que de algún modo, determinan las formas contemporáneas de hacer el arte, a partir de las imposiciones del mercado.

De hecho, su interés se orienta hacia la representación del vínculo social a través de disímiles referentes culturales, que están bien articulados en una dimensión simbólica. De algún modo,  la artista nos propone nuevas formas de relación e inserción del individuo en su cultura. Se trata de una creación psico-sociológica de imágenes saturadas de significados.

Esta talentosa creadora venezolana representa con fiereza los miedos, las expectativas y los deseos del ciudadano común mediante un sistema de códigos, que se enriquece a partir de su labor militante en favor de los refugiados, torturados y protegidos.

Blanca Hadd es reconocida en Venezuela por su talento y destreza. Entre sus exhibiciones individuales se destacan Héroes marginales, El Colmado, Barcelona, España (2011), e Historia repetida, Oficina # 1, Caracas, Venezuela (2009); así como las exposiciones colectivas Festival de Arte Barcelona Al Carrer, Barcelona, España (2007); Salón Exxon Mobil, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela (2005); Salón Arte en Juego, Museo de Bellas Artes, Caracas, Venezuela (2004); IV Salón Pirelli de Jóvenes Artistas, Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, Caracas, Venezuela (2002).