Baloncesto (m): Encrucijada entre techo y quimeras

Baloncesto (m): Encrucijada entre techo y quimeras
Fecha de publicación: 
13 Agosto 2015
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Posiblemente al instante de que usted lea estas líneas, el elenco cubano de baloncesto se halle en Panamá, disputando una cuadrangular previa al inicio de la XVII edición del FIBA Américas, donde por cierto, desde 1980, fecha en que se rompió el celofán de dicha justa, ningún quinteto cubano ha podido escalar al podio de premiaciones en nueve incursiones de las 16 ediciones previas.

Esta versión en el Distrito Federal mexicano, a partir del próximo lunes 31 de agosto, no me parece sea la de acariciar la quimera, especialmente por el hecho de confrontar en un hervidero de grupo, integrado además por Canadá, Puerto Rico, Argentina y Venezuela. De hecho, solo nuestra armada y Panamá tienen vacías sus vitrinas entre la decena de contendientes. El panorama se completa con los itsmeños, República Dominicana, Brasil, Uruguay y los anfitriones, que intentarán defender su reinado del 2013, cuando Gustavo Ayón los condujo a la gloria.

Dos visados tiene reservada la competición para los Juegos Olímpicos, los boletos en disputa a Río de Janeiro 2016, y con los pies sobre la tierra Daniel Scott, mentor de nuestras huestes, señaló que sería muy positivo ubicarse entre los ocho primeros, lo cual se traduciría en escamotearle una victoria al resto de los planteles de la llave.  

La tarea del indio, pues aún sin conocer las inscripciones definitivas, el resto de las armadas irán reforzadas hasta los dientes, con jugadores que militan en la National Basket Asociation (NBA) de Estados Unidos, la cual no inicia su calendario hasta octubre, además de otros efectivos que se desenvuelven en las Ligas europeas.

Como sucede desde hace más de una década con nuestras principales escuadras, la defensa y la preparación física, constituyen los principales argumentos en el accionar de un plantel que tiene como eje a los centros Jasiel Rivero (21 años, 2.04 metros y 103 kg de peso), Javier Jústiz (22-2.10m), Orestes Torres (28-2.02), Yoan Luis Haití (33-2.00), los aleros William Granda (30-1.90) y Lisván Valdés (26-1.95), y el base Osmel Oliva (28-1.78).

“Hemos puesto énfasis en la efectividad de los tiros, ya sea de la media y larga distancia como en el cobro de libres. Se nota cierta evolución en el accionar pero como ha sucedido tradicionalmente la ausencia de roce internacional de rigor nos pasa factura, especialmente en situaciones de presión y hacia el término de los cuartos.

“Por ejemplo, el certamen que se avecina lo encararemos con 16 desafíos internacionales: la decena de la base desarrollada en China, los tres jugados acá en el coliseo de la Ciudad Deportiva ante el quinteto de Coastal Carolina University, de Carolina del Sur, Estados Unidos, y tres que enfrentaremos en Panamá. Por cierto, muy buen balance nos dejó este tope con los estadounidenses: poseen una técnica individual depurada, fiel a su tradición y en consonancia con un dominio total de los fundamentos del baloncesto”, profundizó Scott.

A propósito del Coastal (12 sonrisas y seis fracasos), concluyeron terceros en su división, la Big South del clásico de los encestes universitario. Frente a los nuestros, los norteños no pudieron hacer la cruz en ninguno de los tres desafíos, que culminaron con pizarras respectivas de 76-68, 96-72 y 93-86 favorable a los nuestros, quienes en el tercer desafío le dieron oxígeno a Rivero (34 cartones y 12 rebotes en dos apariciones), Oliva (23 y 11 asistencias) y Haití (19-9 capturas bajo el aro) para rotar al resto de la armada.

En el tercer desafío cargaron con la artillería los aleros Lisván Valdés y Yoanne Soria, con 21 unidades per cápita.

Miradas protagónicas

Jasiel Rivero (67 puntos, 38 rebotes, seis asistencias y siete robos) y Osmel Oliva (46-14-8) son dos cracks, si se les puede llamar del quinteto de la Mayor de las Antillas. Uno a puesta a sus condiciones naturales, talla, juego en el poste bajo y penetraciones, el otro es un correcaminos, que ha adquirido visión asistidora y con una endemoniada parada por salto y tiro en suspensión desde la media. Los rubros refglejados corresponden a su rendimiento en los Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, donde propulsaron al quinteto hacia la discusión del bronce, en la cual cedieron en tiempo extra 97-107 ante los boricuas. Ese precisamente fue el último examen de rigor de nuestras huestes.

Jasiel: “El tope fue significativo para elevar nuestra preparación de cara a futuros compromisos. Los estadounidenses atacan bien, protegen el balón y se me hizo difícil bloquearlos. En lo personal he mejorado la efectividad de mis tiros, buscando versatilidad desde todas las distancias. Ser un jugador completo siempre te da mayores opciones.”

Osmel: “La paciencia en el control de los tiempos de juego, y la búsqueda de acciones de tiro más pensadas centraron mi trabajo en los últimos tiempos. La mejoría de mi constitución física y el enfoque en defensa igualmente han constituido exigencias, para contribuir al accionar en los cierres de periodo. De los universitarios me sorprendió su potencia en los ataques uno vs. Uno, casi nunca fallan y encima propician el contacto y te sacan la falta adicional.

Tienen el baloncesto en la sangre, ese de calidad superior…

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