Tesis de grado: Exponer, ¿conocimientos o moda?

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Tesis de grado: Exponer, ¿conocimientos o moda?
Fecha de publicación: 
28 Mayo 2014
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En una semana comenzará la entrega de las tesis de Licenciatura de la Enseñanza Superior para algunas carreras. Junio se vuelve el mes de la defensa de todo el conocimiento adquirido en todo este tiempo de recaudación de información, pero a algunos no les preocupa tanto el acto de exponer como toda la parafernalia a desplegar alrededor del asunto.

La exposición del ejercicio de culminación de estudios, en estos tiempos, no solo lleva intrínseca la preparación en cuanto a dones de oratoria, el dominio del tema que por todo un curso persiguió a los estudiantes en sueño y pensamiento, sino zapatos, ropa, brindis, buffet, regalo, otra vez zapatos y ropa para recoger el diploma, y algún que otro invento que hayan fijado los más adinerados.

Lo peor es que se imita la trascendencia de estos rituales y se suman fantasmas a la fecha marcada en el calendario como día crucial, pues parece que no bastara con saberse desde el capítulo teórico hasta los resultados, recitar como en un concurso de declamación cada cita o repasar mentalmente las páginas que una vez estuvieron en cero, se precisa más, una cuenta en CUC que respalde, todo el protocolo del momento.

El bufete puede ser estilo cumpleaños, o más bien como un brindis de boda planeada de corre corre, puede incluir desde panecitos, dulces finos y ensalada, hasta un cake gigante a repartir entre los presentes y el tribunal por supuesto. Estos deben salir contentos del lugar y les puede tocar desde un recuerdo del defendido hasta una botella a descorchar.

Los padres alientan las ideas y ya no basta reunir el dinero para la logística propia de las necesidades de un estudiante universitario que incluyen en el estado máximo de felicidad, una computadora, memoria flash y otros artículos que varían en dependencia de la carrera elegida, sino que con la tesis, aparece una cuenta más que destinará sus fondos a este día.

La mañana de la exposición, está presente el estrés propio de los miedos de quedarse en blanco, cancanear ante las respuestas a los oponentes o no saber lo próximo, sumado- en el caso de las mujeres- al tener que realzar la figura con tacones, como si el proyector que reproduce las diapositivas, por un segundo, se tornara en una bola de discoteca.

En acto triste, casi como por costumbre, todos reproducen esta forma de exponer, de preparar la tesis como una boda o quince, de vestir a la familia para el evento intelectual, de comprar todos los alimentos que aumentarán la lista de lo que ofertarán en el bufete, de estereotipar el asunto y convertirlo en la razón para gastar los ingresos mensuales.

El caso, es que no aplaudo presentarse en el día final de tus estudios como un desfachatado; como un mendigo a punto de comenzar a pedir a gritos la limosna, pero tampoco encuentro atractivo alguno en tener que montar todo un teatro alrededor de un evento tal.

La nota que llevarán a casa como testigo del paso por el mundo universitario, durante cinco años, depende exclusivamente del conocimiento, de la preparación, de lo que se demuestre que se sabe, no del regalo que se llevará el tribunal o de las ofertas gastronómicas del día. Creo yo, que expondré tesis este mes de junio.

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Comentarios

Este tema siempre me ha llamado la atención. Yo me gradué en el año 86 en la antigua URSS y mi única preocupación era tener claro lo que debía defender ante el tribunal. Cuando terminé mi defensa, con 5 puntos, me fui a caminar por las calles de la bella ciudad de Leningrado, pensando en lo rápido que habían pasado los años, lo maravillosos que fueron, pensando en las amistades que pronto dejaría de ver y tantas otras cosas muy importantes para mi espíritu. En la beca celebramos con mucho alcohol, no del más caro, sino del asequible a nuestros esmirriados bolsillos, música, alegría y locuras de jóvenes, satisfechos de haber alcanzado una importante meta.<br />A la defensa me presenté con traje y corbata, claro, pero el mismo con el que iba a teatros y a los exámenes. Las muchachas se presentaban bien vestidas, bellas, elegantes, pero sin necesidad de comprar un vestido para la ocasión.<br />Cuando llegué a Cuba, en los felices 80, me encontré al año siguiente a mi hermana en los trajines de su defensa y... pensando, más que nada, en la ropa y zapatos que vestiría durante la defensa y luego, en el acto de graduación. Aquello me sorprendió un poco, no le halabies lógica, pero es que desde entonces, aunque muy ingenuamente en aquella época, ya los estudiantes a punto de graduarse y sus padres, daban más valor a la modesta parafernalia de aquella época que a la misma defensa de los conocimientos adquiridos durante años. <br />El año que viene se gradúa mi hijo de ingeniero. Ya le dije que puede contar con mis zapatos de salir, pues no le compraremos un par solo para esta ocasión, habida cuenta de que él solo usa zapatillas deportivas, bien caras por cierto. La ropa ya la tiene, elegante, correcta, pero modesta, nada de marcas, de hecho, puede contar con un traje si lo prefiere, aunque hasta el momento se muestra renuente a esta variante. Eso sí: la tesis debe defenderla con el alma. Allí estaremos su madre y yo, vestidos correctamente, como hacemos cada día para ir a trabajar, como profesionales cubanos. ¿Celebraciones posteriores? Claro que sí, en familia, con los más allegados, con música, la bebida que se pueda conseguir y el plato preferido por él que seguramente se lo prepararé yo mismo. <br />¿Realmente hace falta algo más? <br />A la joven periodista, mis felicitaciones por tan brillante trabajo. Merece un 5+.
Estoy seguro que esas cosas pasan en Economía, Contabilidad, etc., los que nos graduamos de ciencias exactas no estamos en eso.
Qué bueno que al fin alguien se decidió a escribir sobre este tema que en mi tiempo de profesor en la sede universitaria de Psicología me preocupaba tremendamente, pero me pregunto lo mismo que otra persona que ya escribió sobre lo mismo ¿Por qué se permiten estos grandes shows, porqué son como espectáculos incluyendo regalos costosos para los profesores, tribunal, oponente y tutor. YO recuerdo que en mi tiempo de forma discreta se tenía una atención al final con el tutor, que fue en definitiva quien nos ayudó en la tesis, y casi siempre era más bien un regalo casi que simbólico, pero me pregunto ¿cuál es el objetivo de los regalos a tribunal y oponente? Un día un padre de una alumna que yo era oponente de la tesis me confesó conversando aparte, que estaba embarcado con la deuda de la tesis, y yo le dije, ¿por qué se lo permitió a la hija? me dijo, es que todos lo hacen y ella no sería menos que los demás. El costo es elevado, me parece que si me tuviera que graduar en estos momentos yo no podría asumir ese gasto, sería como una alumna que defendió una tesis y por situaciones muy difíciles de enfermedad de ella y fallecimiento de sus dos padres no pudo llevar nada, y entonces, las demás alumnos y familiares, con sus grandes regalos y brindis, la vieron con lastima, y decían, “pobrecita., vamos a invitarla a que participe de lo nuestro”. El mejor regalo fue que esa muchacha enferma, sin pelo or los efectos del tratamiento, solo ella y su pareja, vestida elegante y limpia, pero sin grandes atuendos y una defensa de su tesis, hecha con miles de esfuerzos, asistiendo a su quimo, luchando con sus padres graves, y con el apoyo de su único familiar, su pareja y la tutora. Ese fue el mejor regalo que he tenido en mi vida como profesor, porqué había sido mi alumna en años anteriores, y la vi vencer, porqué no se dejó vencer, y allí estaba sin pretensiones, con su tesis debajo del brazo, y su pareja, ayudándola en las cuestiones de la exposición y al final, un aplauso y un beso que compartió con todos. Y aclaro, no es que esté en contra de un brindis de una celebración, pero si en contra, muy en contra de la ostentación y de provocar en los padres una deuda. Y es costoso, muy costoso, pensemos desde la impresión de la tesis (imprescindible) pero adicionando costo de regalos, bufete, fotos, vestuario de la alumna y familiares, transporte para mover las cosas, fotos, laptó memory flash etc etc, En todo esto volvemos al problema de la confusión que existe en cuanto a lo que es igualdad social. y en fin, es el mismo problema con las fiestas de quince, las bodas y en cualquier momento, no lo dudo, que exista un negocio por cuenta propia de preparación y organización de actos de defensa de tesis con fotos y álbum incluido en todo. Esto es a mi juicio muy personal, muy preocupante. Debería analizarse el problema y encontrar soluciones para parar esto que nada tiene que ver con los principios humanistas, digo humanistas, con nuestra esencia como amantísimos seres humanos que somos y aclaro, esto no es copiado del imperialismo ni nada por el estilo, esto es que andamos mal con el verdadero concepto de igualdad social y ese afán hoy en día desde la primaria de los padres con los pequeños de propiciarle todo y de crearles desde las más tempranas edades competencias banales e inútiles que solo hacen que se desarrollen vicios emocionales tan negativos como la envidia, el egoísmo y tantos y tantos más.
El articulo esta interesante, pero nunca he sido seguidora de lo radical. Por qué siempre es malo o bueno?, es blanco o negro?, ahora celebrar por todo lo alto es delito. Me dan risa los comentarios que proponen "prohibiciones" para la celebracion, los regalos, etc... nos ponemos la soga al cuello nosotros mismos. La graduación en mi opinion es hasta mas importante que una boda porque de tu profesión realmente solo te separa la muerte. <br />Nuestros padres quieren celebrarla en la medida de lo que puedan, si es un brindis bien, si es un evento por todo lo alto bien, si es un beso y un abrazo bien tambien. Cada cual da de lo que tiene. <br />Si veo mal eso de que el tribunal este a la expectativa de lo que vendra luego de finalizada la tesis, no me imagino como sea pues en mi universidad los festejos son en un lugar diferente al lugar de las defensas, incluso el tribunal debe continuar con sus obligaciones para no alterar el calendario de exposiciones. <br />Y les digo, yo me graduo ahora de Diseño Industrial, no considero que mi familia sea adinerada para nada, pero se pudo y me compre ropa y zapatos para exposición y graduación, mi madre y la de mi compañera de tesis estan planeando un brindis y un festecun luego en otro lugar y a mi tutor claro que le voy a regalar algo, aunque sea un boligrafo con mucho amor si la cuenta no nos da, porque que ha estado a pie de cañon con nosotras en esta travesía de 6 meses. <br />Y esos dias no me importa lo que opinen otros, solo a disfrutar, a sufrir con los tacones y derretirse dentro de los vestidos, a morirse de un dolor de barriga imprevisto, a ser victimas de los nervios, a llorar y reir, siempre dando lo mejor de uno. Luego... se celebra como se pueda. Aquellos que creen que la parafernalia les va a salvar la campana toda una vida que vivan de esa mentira, el que es bueno es bueno con o sin ensaladita fría sabrosa. Y los que no puedan celebrar a gran magnitud no se angustien, la atencion que le prestemos a las exuberantes celebraciones es lo que les confiere mayor importancia; somos cubanos, somos la generación que nació en pleno periodo especial y nos divertimos como sea y donde sea, la falta de recursos nunca nos ha frenado, y menos a los universitarios que disfrutamos lo mismo en un campismo hecho leña que en las actividades de la FEU en la piscina del Riviera.<br /> Saludos y Feliz Graduacion a tod@s
Sr. Raul Fuillerat me gusto mucho su comentario.

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