DANZA: Detrás de nadie (+ FOTOS)
¿Danza o teatro? No importa mucho. Aquí lo que interesa es la metáfora que se erige ante el espectador. La marca de un cuerpo en el piso —probablemente de alguien que está muerto— desata las reacciones de cinco criaturas. Se suceden escenas que bordean el absurdo, hilvanadas con una lógica que solo tiene sentido en un espacio soñado. No hay que esperar un relato aristotélico (contamos la vida “aristotélicamente” hablando, pero vivir en realidad es tropel desorganizado), más bien tratemos de vislumbrar sentimientos, situaciones. Miedo, asombro, dolor, expectación, violencia… Detrás de nadie, el espectáculo que repuso este fin de semana Sandra Ramy en la sala Raquel Revuelta, se zambulle en el amplísimo espectro de posibilidades a partir de un hecho concreto, punto de partida. Los intérpretes estuvieron a la altura.
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