Talibanes a la espera

Mientras los respectivos máximos dirigentes de Rusia y Alemania, Vladimir Putin y Angela Merkel, expresaban su esperanza de que el Talibán logre normalizar a Afganistán y evitar que desde allí grupos terroristas ataquen territorios vecinos, la insurgencia victoriosa sobre Estados Unidos aseguró que tiene todas las fronteras bajo control, Al Qaeda no volverá y no permitirá que su país sea utilizado contra ningún otro del mundo.

En tanto, las agencias noticiosas occidentales AP y Reuters admitieron como inusual la protesta antitalibana en Jalalabad, una acción que causó la muerte de al menos tres personas, cuando se atacó a guardianes talibanes que trataban de evitar el descontrol.

Como es costumbre en estos casos no agradables al Imperio, se sucedían noticias falsas para denigrar al nuevo poder, pero ello no ocultó que estos talibanes eran diferentes a los conocidos hace 20 años, cuando se produjo la agresión norteamericana.

Ahora, los talibanes se muestran moderados y conciliadores, aunque firmes en su defensa de la ley islámica.

Los principales mensajes enviados a la comunidad internacional pasaron por el deseo de mantener relaciones pacíficas con otros países y el respeto a los derechos de las mujeres, aunque siempre "en el marco de la ley islámica".

"Las mujeres van a ser muy activas dentro de nuestra sociedad. No queremos que nadie se vaya del país", dijo el portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en conferencia de prensa. "Tampoco queremos que los jóvenes abandonen Afganistán. Estos son nuestros activos", agregó, para asegurar que se ampliará la amnistía dada en un primer momento a funcionarios públicos.

"No habrá ninguna venganza", señaló Mujahid, al tiempo que extendía este perdón a todos los afganos que trabajaron con las fuerzas estadounidenses y sus aliados en el país."Nadie llamará a tu puerta", añadió, tratando de calmar los miedos de la población que, desde la entrada de los talibanes en Kabul, la capital, está aterrada y acudió en masa al aeropuerto tratando de escapar del país.

"Todas las facciones que han luchado contra nosotros, de la A a la Z, han sido indultadas. Después de 20 años de lucha hemos liberado el país y expulsado a los extranjeros. Este es un momento de orgullo para toda la nación", dijo Mujahid, flanqueado por otros dos miembros de la organización.

"Hemos perdonado a todos los que han luchado contra nosotros en aras de la estabilidad y la paz en Afganistán. Han terminado las animosidades. No queremos enemigos externos o internos", añadió el portavoz, quien recalcó:"Ha habido un proceso de evolución".

Con esta rueda de prensa los talibanes quisieron escenificar algo que la organización ha repetido desde que iniciara su avance en el país: "Hay una diferencia entre lo que somos ahora y lo que éramos hace 20 años".

BUSCAN GOBIERNO INCLUYENTE

En tanto, el Talibán seguía adelante en sus esfuerzos para formar un “gobierno islámico incluyente”. Han mantenido conversaciones con el expresidente Hamid Karzai y con Abdullah Abdullah, un alto funcionario del gobierno derrocado. Mohammad Yusof Saha, vocero de Karzai, dijo que las reuniones preliminares facilitarán las futuras negociaciones con el mulá Abdul Ghani Baradar, jefe político del Talibán, quien regresó al país desde Qatar.

Los talibanes también dijeron que lucharán contra el narcotráfico desde Afganistán y garantizarán el transporte seguro de mercancías en territorios controlados.

Al mismo tiempo, representantes de los talibanes concedieron una entrevista a los medios de comunicación chinos, en la que declararon su deseo de desarrollar relaciones de buena vecindad con Beijing, de no plantear el tema de los musulmanes uigures en China y solicitaron inversiones de esa nación para construir un Afganistán pacífico.