Erdogan, 5 años más

Recep Tayyip Erdogan salió airoso este domingo de la más fuerte prueba que ha tenido durante su mandato en Turkiye, al vencer en la segunda vuelta de unos comicios presidenciales en los que encaró una fuerte propaganda en contra de Estados Unidos y países europeos, así como la unidad de las fuerzas opositoras más reaccionarias de la nación.

Con el 99,85% de votos escrutados, el actual mandatario, candidato de la Alianza Popular, se impuso con el 52,16 % de los votos a su rival, el candidato opositor Kemal Kilicdaroglu, de la Alianza de la Nación, quien sumó el 47,84.

Los centros de votación abrieron a las 8:00 (hora local) y cerraron a las 17:00. Para estos comicios fueron habilitadas un total de 191 885 mesas electorales, que acogieron una alta participación del 85,71%.

El presidente del Consejo Electoral Supremo de Türkiye, Ahmet Yener, señaló que no se han informado eventos negativos al organismo electoral durante el proceso de votación.

Dirigiéndose a los medios de comunicación después del cierre de la votación, Yener dijo que todas las objeciones han sido manejadas por las autoridades pertinentes y agradeció a todos los que ayudaron al organismo a organizar una elección exitosa.

El actual mandatario aseguró así la continuación de su política para encarar la inflación, la crisis económica mundial y el rechazo a los ataques de sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte por rechazar las sanciones contra Rusia y mantener una buena amistad personal con el presidente Vladimir Putin.

Asimismo, el Imperio ve como un peligro para sus intereses la cada vez mayor influencia de Turkiye en América Latina, donde ha estrechado vínculos con Venezuela y Cuba, muy atacadas de diversas e ignominiosas formas por el establishment que gobierna en Estados Unidos.

El presidente turco recibió con esta reelección un fuerte respaldo a su intención de mantener la construcción de un gran túnel que unirá a Estambul con el resto de la nación, además de mantener a raya a quienes tratan de escindir a la nación, mediante grupos que se dicen independientes, además de mantener la acogida a los refugiados de regiones vecinas, y prepararlas para el regreso a sus países de origen cuando sea propicio.

Esta vez la oposición turca se unió para terminar con el mandato de Erdogan, al aceptar su principal rival la alianza con otro ente aún más de ultraderecha, mediante la promesa de expulsar a todos los refugiados sin importar el método que se utilice.

No obstante propugnar el acercamiento a Occidente y estrechar la OTAN, el ente opositor no se pronunció sobre la futura política hacia Rusia.

Días antes de los comicios, Erdogan había denunciado que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había dado la orden de derrocarlo.