Bolivia: Camacho sigue suelto

El proceso penal que se sigue contra la ex mandataria Janine Añez y otras figuras golpistas por delitos contra el pueblo, que incluyen masacre de pobladores, en su mayoría indígenas, y robo del erario público, no ha alcanzado aún por falta de evidencias a uno de los personajes relevantes en el manejo del golpe de Estado contra Evo Mortales, propiciado por las marionetas del Imperio, incluido el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

Y es que el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, a quien algunos también le apodan “Macho”, como un conocido ex boxeador profesional, se hizo “célebre” cuando voló a La Paz para enfrentar a Evo, y advirtió que de ser derribado este, debían dedicarse cuatro días a la limpieza de sus partidarios del panorama nacional.

Al producirse el golpe contra Evo, Camacho pensó que podía ser el presidente de facto de la nación o por lo menos uno de sus allegados, Luis Fernando López Julio y estuvo molesto con la designación de Añez

Al notoriamente separatista Camacho lo más que le han podido amenazar es con un abrirle un proceso penal por sus presiones al Instituto Nacional de la Reforma Agraria para que participe en una reunión de su departamento y evitar cualquier obstáculo a las huestes camachistas.

Daniel Rojas, diputado del Movimiento Al Socialismo (MAS), llamó “pequeño matoncito” a la autoridad regional, a tiempo de anticipar una solicitud de informe oral ante la Cámara Baja, para que el exlíder cívico responda sobre las atribuciones que pretende ejercer ante los conflictos por tierras, “porque ya está de buen tamaño que Camacho quiera venir a desestabilizar nuestro Estado Plurinacional”, dijo.

En cuanto al ya mencionado hombre de Camacho en el gobierno de Añez, López Julio, la Agencia Boliviana de Información dio a conocer que estuvo a punto de convertirse en otro presidente de facto de Bolivia, al amparo de un segundo intento de golpe de Estado que planificó una invasión armada de mercenarios de EE.UU. Esa conspiración, que fue interrumpida por el movimiento popular, permanece, según ABI, latente y alimentada por actores políticos, incluidos algunos medios de difusión.

Lo anterior es una síntesis de una investigación difundida por la publicación The Intercept, y entrevistas al exministro de Defensa, Reimy Ferreira, y al exministro de Gobierno, Hugo Moldiz.

LOS PREPARATIVOS

Fue hace apenas unos meses que el país recuperó la democracia, interrumpida 12 meses, mediante el voto y la movilización campesina/popular. Fue hace apenas una semana atrás que Bolivia se enteró de preparativos de un segundo intento de golpe de Estado, esta vez de la mano de López, contratistas militares estadounidenses y grupos renegados de policías y militares bolivianos.

The Intercept, una organización de noticias galardonada y financiada por el fundador y filántropo de EBay, Pierre Omidyar, desde el 2014, difundió un amplio reportaje titulado: “Exministro de Defensa boliviano planeó un segundo golpe con mercenarios estadounidenses”.

La indagación, que incluye documentos y grabaciones de audio de llamadas telefónicas sostenidas por Luis Fernando López Julio y otros actores, desnudó un plan para desplegar a cientos de mercenarios de Estados Unidos con el fin de impedir las más recientes elecciones generales o evitar que Luis Arce asumiera la presidencia de Bolivia, pese a que ganó los comicios con el 55,11% de apoyo.

“Varios de los conspiradores discutieron el envío de cientos de mercenarios extranjeros a Bolivia desde una base militar estadounidense en las afueras de Miami. Estos unirían fuerzas con unidades militares de élite bolivianas, escuadrones de policías renegados y turbas de justicieros en un intento desesperado por evitar que el mayor movimiento político del país regrese al poder”, indica la pesquisa.

La más larga de las grabaciones es una llamada telefónica de 15 minutos con una persona que The Intercept identificó como Luis Fernando López, a quien en la grabación se refieren como “Señor Ministro”. Otros actores son Joe Pereira, un ex administrador civil del Ejército de los Estados Unidos (…), y «Cyber Rambo», es decir Luis Suárez, un exsargento del ejército estadounidense de origen boliviano.

Una mujer que se refiere a sí misma como pariente de Luis Fernando López dice en una llamada que está bajo presión “para no desenmascarar el plan de Murillo”, ante lo cual otra persona indica: “Dígale a la madre de López (…) que probablemente su única opción para salir vivo, libre o como presidente de Bolivia es que atienda nuestra llamada (…). Su hijo ya está en mucho peligro”, agrega. “Tengo que hablar con él y tiene que dejar de cometer errores”.

Respecto a la veracidad de las palabras grabadas, la Policía Boliviana hizo una pericia y estableció que los audios que involucran a López, son reales.

“Aún estamos en la búsqueda de establecer quiénes son las otras personas que interactúan; pero, como les decíamos, más allá de lo que vaya a establecer el Ministerio Publico, para que esta actividad de investigación partida y surgida de ustedes tenga una materialidad legal, estamos en la certeza de que corresponde a la voz del exministro López”, afirmó días atrás el comandante general de la Policía, Jhonny Aguilera, aunque, subjetivamente, nunca descartaría la implicación de “Macho” Camacho, quien aún sigue suelto.