José Luis Centella: «Es triste reconocer que el papel de Europa es de sumisión al imperio»

Con José Luis Centella, gran amigo de Cuba, tuvimos la oportunidad de dialogar durante el Primer Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de los Partidos y Movimientos de Izquierda que transcurrió recientemente en La Habana, convocado por la Revista Cuba Socialista y el Partido Comunista de Cuba. Elegido en diciembre último como uno de los vicepresidentes del Partido de la Izquierda Europea, y dirigente histórico del Partido Comunista de España, Centella tiene una trayectoria de lucha que le permite evaluar con lucidez y calado, la realidad actual de la izquierda y especialmente, el papel de Europa en los más recientes conflictos.

¿Qué importancia le ve a la realización de un encuentro de publicaciones pertenecientes a partidos y movimientos, para la conjugación de las fuerzas de izquierda?

Este encuentro es imprescindible en este momento en que la ofensiva del imperialismo es cada vez más dura, más cruel e inhumana y necesita una respuesta no solamente popular de luchas sino también teórica. Es para intercambiar sobre cómo tenemos y debemos ser capaces de dar la batalla a los medios de comunicación del imperio que están deformando la realidad, que manipulan. Y en Cuba es el mejor sitio porque es la patria de Fidel y él siempre tuvo claro que la batalla de las ideas era fundamental para construir un mundo más libre, más humano.

Usted que viene de Europa, ¿cómo se ha vivido el tema de la guerra, y cómo valora la posición del Viejo Continente en ese conflicto?

Es triste reconocer que en este momento el papel de Europa es de sumisión al imperio, bueno, el papel de los gobiernos europeos, porque luego hay un pueblo que está en otra posición. Pero sí es verdad que los gobiernos son hoy por hoy sumisos a la OTAN y a los Estados Unidos. Y es una pena porque Europa podría jugar un papel muy importante a la hora de construir un mundo multipolar. Sin embargo, ese sometimiento nos está haciendo sufrir una de las peores crisis desde finales de la Segunda Guerra Mundial. En este momento en Europa hay crisis energética, crisis económica, y crisis sanitaria y se nos ha involucrado en un conflicto bélico en el que nuestro continente tiene mucho más que perder que ganar. Debemos dar una batalla para explicar a los pueblos lo que significa la guerra, y lo que significa contribuir a la expansión de la OTAN, y sobre todo, plantear la necesidad de que haya una Europa fuerte que pueda tener mejor relación con América Latina, con el Caribe, con Asia, con China, con todos los pueblos del planeta y no estar supeditados a ese interés de Estados Unidos, del imperialismo de toda la vida, que es dominar a los pueblos para saquearle sus recursos naturales.

A partir de la realidad de la guerra, y lo que ha dejado la pandemia, ¿cómo caracterizaría el escenario de España y sobre todo, desde el punto de vista de las luchas populares, sindicales?

En España hay una situación compleja en la medida de que hay un gobierno de coalición que está haciendo una importante labor social, se han tomado medidas para evitar que la crisis económica llegue a las clases más populares, se ha reducido el paro, se ha aumentado el salario mínimo, las pensiones, pero por otra parte el presidente del gobierno en temas internacionales, está haciendo lo mismo que el resto de los gobiernos europeos, sumisos. Por tanto, las movilizaciones hoy no son tanto económicas como para sacar a España de la OTAN y de la sumisión a Estados Unidos que le lleva a no rebelarse contra situaciones donde debería tener una posición mucho más valiente, como por ejemplo en relación con el pueblo saharaui, más activa frente al bloqueo a Cuba, y ejercer de puente entre Europa y América Latina y el Caribe.

¿Qué papel juega América Latina y el Caribe en un posible balance mundial?

Creo que América Latina es una pieza clave, siempre lo ha sido, una veces en plan negativo porque cuando Estados Unidos necesita configurar un orden mundial unipolar siempre acude a su patrio trasero, lo que ellos consideran su patio trasero. Entonces en la época en que consiguieron, con la Operación Cóndor y otras barbaridades, dominar la mayor parte de los países de América Latina, pudieron lanzarse a la ofensiva contra la Unión Soviética. En estos momentos, cuando Europa tiene esa posición de sometimiento, la esperanza ahora mismo es que América Latina y el Caribe mantengan su independencia. Es muy importante situar la lucha de este continente como una lucha de todos los pueblos del planeta. Es decir, no es una lucha con la que haya que ser solidario sino que hay que implicarse. Si Estados Unidos consiguiesen su objetivo de volver a dominar y recuperar lo que ellos consideran su patio trasero, sería todo mucho más difícil en la lucha mundial. Sin embargo, en la medida de que una gran construcción latinoamericana con la CELAC, la UNASUR, tomase fuerza, los Estados Unidos no podrían lanzarse a la batalla imperialista. Porque el eje Europa-Estados Unidos solamente puede consolidarse si tiene territorios a los que conquistar y ahi está América Latina. Nosotros estamos muy esperanzados en los éxitos con Lula, en Chile, en Bolivia, recientemente el avance de las fuerzas en Ecuador, de que América Latina sea capaz de plantar cara.

Sumado a la resistencia de Cuba...

Cuando cayó la Unión Soviética y los Estados Unidos creían que podían dominar todo el planeta, lo consiguieron casi, pero les falló dominar Cuba. Desde el momento en que Fidel no hace caso a los consejos de Gorbachov ni de Felipe González y mantiene viva la llama de la Revolución en Cuba, una pequeña isla en medio de todo el continente latinoamericano, esa pequeña isla germinó. Y Chávez, Lula, Evo, Correa, todo lo que ocurrió en América Latina, no hubiese sido posible si Cuba no resiste. La CELAC, el ALBA, esa recuperación del continente solo fue posible por el heroísmo de Cuba. Por tanto, eso hace que el imperio no se lo perdone, y que en este momento redoble su ataque a Cuba, porque es consciente de que si consiguen derrotarla, todo les será mucho más fácil. Y por eso todos debemos ser conscientes de lo contrario: de que si Cuba sigue resistiendo, como lo hace día a día, todo será más fácil para las fuerzas progresistas. Cuba es determinante.