ZONA CRÍTICA: Una plaga en los teatros

En todos los teatros cubanos se solicita antes del comienzo de cada presentación que los asistentes apaguen o al menos silencien sus celulares... y sin embargo en muchas, muchísimas funciones y conciertos suenan inoportunamente los timbres y alarmas... que los dueños de los aparatos tardan en controlar.

Y más de una vez se ha dado el caso de que haya quien responda.

Tiene que ver con la pérdida de ciertas nociones de urbanidad y disciplina, que no encuentran adecuada respuesta institucional.

¿En qué momento se normalizó que las personas pudieran entrar a las salas llevando comida y bebidas? ¿Por qué se permite que se coma y se beba incluso en medio de las funciones?

Y una cosa trae la otra: cuando el público abandona la sala queda la basura en los asientos y los pasillos.

Algunas veces se ven niños correteando por la sala... en presentaciones no concebidas para el público infantil. Y a pesar de que se exige cierto código de vestimenta, hay quien entra con pantalones cortos y chancletas de baño.

¿Qué será lo próximo? ¿Cuál será la respuesta?