ZAPPING: Vuelve a mirar

ZAPPING: Vuelve a mirar
Fecha de publicación: 
17 Diciembre 2021
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La telenovela cubana Vuelve a mirar llega a su capítulo final. En realidad lleva varios capítulos concluyendo. Si hemos señalado aquí más de una vez que algunas telenovelas lo dejan todo para el último capítulo (y por eso suelen atropellar peripecias, o le quitan al público la satisfacción de regodearse un poco en la felicidad), en este caso se podría señalar que se dejó muy poco, aunque el miércoles se introdujo un importante acontecimiento (para sorpresa de casi todos) que pudiera otorgarle sustancia a la entrega final.

Las lógicas de la telenovela, en las que los imprevistos, los puntos de giro son elementos esenciales. Todo el mundo sabe que al final los buenos serán felices, pero está muy bien que hasta el ultimo momento haya obstáculos.

Vuelve a mirar es, sin complejos, una telenovela. Como una telenovela ha ido desarrollando sus tramas. Ha ido sirviéndose de los golpes de efecto del género, sin traicionar el abecé de toda la vida. Aquí el eje principal es el amor, con sus peripecias, sus veleidades, sus altibajos. Hay secretos, hay intrigas, hay suspenso. Hay romance y rupturas. Y por supuesto, lidia entre "buenos" y "malos", contraposición de dos modelos.

Plausible es que todo eso está planteado con una dignidad dramática y una enjundia que trascienden los lugares comunes de ciertos folletines. Comenzando por los núcleos principales, que están integrados por más que convencionales héroes y villanos de melodrama televisivo.

Quizás pudiera haber parecido arriesgado que una de las principales historias fuera centrada por personajes de la tercera edad. Se sabe que el atractivo de las parejas protagonistas (jóvenes, hermosas, sensuales) suele vender una telenovela. Pero el amor no tiene edad. Hay materia prima en todas las etapas de la vida para recrear un entramado rico y matizado. Y a partir de ahí, como es el caso, se pueden abordar disímiles aristas de un contexto.

En Vuelve a mirar se habló de relaciones interfamiliares, de las oportunidades y retos de la ancianidad, de los eternos problemas de la convivencia, de la prostitución y el proxenetismo, de derechos humanos, de vacíos legales, de la pretensión de una vida mejor... pero sin didactismo, sin raseros inamovibles, sin pretensión de enjuiciar.

Las tramas se articularon muy bien y la gran historia avanzó sin grandes contratiempos, con buen ritmo y con meandros bien controlados.

Una de las principales virtudes ha sido la concepción de los personajes. Todos, incluso los secundarios, contaron con densidades y enjundia en sus diseños: había motivaciones, contradicciones, contrastes en todos los núcleos.

Y el ejercicio interpretativo ha convencido. Todos los actores han estado a la altura. Todos, y esto es algo que no puede decirse muy a menudo. Textos bien escritos y bien dichos, convicción y compromiso... y una dirección de actores que se puede vislumbrar: nadie está fuera de registro.

La factura de la puesta es quizás lo menos destacable en esta producción. La mayoría de los apartados son apenas funcionales. Y hubo notables problemas en el sonido (demasiado ambiente y ruidos parásitos en algunas escenas, apenas se podía entender lo que se decía) y en la fotografía e iluminación (imágenes 'explotadas', poco balance de blancos).

A la mayoría de las telenovelas cubanas (a esta también) les falta más y más intencionada 'coreografía': movimiento de los actores en el set, juegos de la cámara, dinamismo en la edición...

Tampoco hubo un uso muy coherente de las cortinas. Esos paisajes (algunos muy hermosos), esas escenas de calle se usan generalmente con cierta intención dramática, se supone que sean más que separadores. Son, de alguna manera, signos de puntuación en el relato. ¿Qué sentido tiene incluir imágenes de Trinidad o Camagüey si en esas ciudades no ocurre nada de la historia? Y la fachada del hotel Inglaterra, por repetida, llegó a abrumar...

Ahora bien, las historias y los personajes calaron, y eso es lo más importante. Vuelve a mirar no parece haber defraudado a buena parte del gran público para la telenovela en Cuba.

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