ZAPPING: A En casa el sábado le queda grande

Cubavisión ha estrenado En casa, un nuevo musical para el sábado en el horario estelar... y más allá de la idea (que no es en todo caso muy original, es otra versión del musical televisivo de toda la vida) su concreción ha estado por debajo de lo que la propia Televisión Cubana había presentado hace pocos años. Muy por debajo, de hecho.

Comparado con Sonando en Cuba, Bailando en Cuba, La Banda Gigante... este programa parece un empeño frustrado por rescatar una tradición que aquí ha tenido puntos altos... pero también demasiados proyectos muy parecidos, muy estandarizados en sus medianías, hasta el punto de que terminaban siendo el mismo programa con otro nombre y otra (casi siempre pobre) escenografía.

Se agradecen las buenas intenciones, pero no bastan. El estudio es demasiado pequeño para una orquesta, un coro, un ballet y los solistas de ocasión. El diseño de los decorados es pobre. El sonido deja mucho que desear. La estructura está demasiado vista. Y la innegable simpatía y profesionalidad de los conductores no alcanza para dinamizar la propuesta.

Una y otra vez se le ha demandado a la Televisión Cubana grandes espectáculos para el fin de semana. Y hace años, cuando el panorama económico era más propicio, estuvo a la altura de las demandas. Pero son otros los tiempos.

A En casa le sobran pretensiones y le faltan recursos. Otros proyectos musicales de la parrilla, ahora mismo, han mostrado el camino: buen gusto y pragmatismo, interesante articulación, sentido común. Al final, más que la gran fiesta que quizás se concibió, el programa parece puro comodín entre telenovela brasileña y película del sábado. Y ya hay demasiados televidentes acostumbrados a una noche a golpe de dramatizados... Otro día de la semana quizás pudiera funcionar mejor. Para el sábado queda chiquito...