Yipsi: La furia de Agramonte

Hay pasiones que unen, sueños que nos impulsan a perseguirlos por la vida, a embestir molinos, a dedicarles horas de insomnio… El que compartiré con ustedes es el de dos amigos, con los que me une, al igual que con la protagonista de su historia, la pasión por el atletismo.

Llegamos al deporte rey por distintos caminos, pero la misma brújula de pinchos, tiempos, marcas, saltos y lanzamientos nos ha hermanado, nos hace ayudarnos, no solo palabras y letras mediante, sino en cualquier otra situación que esta vida maratónica nos presente.

Así me encuentro frente al ordenador, hojeando el volumen Yipsi Moreno, la furia de Agramonte, pero también me encuentro desandando el sendero de mis amigos Lilian Cid y Andy Bermellón Campos, sus autores, y quienes acompañaron a Yipsi en este viaje de vida desde su niñez, inicios en el deporte rey, hasta el adiós en su última competencia oficial como martillista en activo.

Sí, señores, Yipsi, la de la sonrisa expresiva, la de Cuba siempre henchida con orgullo en su pecho, la madre ejemplar, la de las emociones a flor de piel en la jaula, la fibrosa de musculatura, pero esculpida a la imagen y semejanza de Apolo, con una explosividad y coordinación en su giro inusitados, la disciplinada como pocas e «hija pródiga» de Eladio Hernández… la actual comisionada nacional, locuaz hasta la médula y sensible otro tanto.

Así como esa imagen del adiós de una atleta excepcional se produjo este reencuentro con amantes del atletismo, amigas entrañables de Yipsi como la otrora estelar discóbola Yarelis Barrios, personalidades del movimiento deportivo cubano, familiares de los protagonistas y prensa especializada, que durante más de tres lustros de exitosa carrera deportiva y miles de lanzamientos de ese martillo adherido a su cuerpo prácticamente, la acompañamos.

Al decir de Lilian, una de sus autores, se trata de una compilación de emociones cuya única pretensión fue mostrar a la mujer que habita detrás de la gran deportista que todos conocemos, y una expresión de que cuando se trabaja por los sueños, estos pueden convertirse en realidad, al tiempo que dedicó el volumen con entrañable pasión a su pequeña hija.

Por su parte, Andy Bermellón señaló que Yipsi les abrió las puertas de su casa tras su retorno del Mundial de Moscú 2013, en el que culminó en la sexta posición; al tiempo que reseñó que durante más de 70 horas de entrevista lograron un acercamiento a una gran mujer, sobre la cual aún queda mucho por decir.

Narró la anécdota de conocer la noticia del dopaje de Aksana Miankova, lo cual le concedió el oro olímpico de Beijing 2008 a Yipsi: como pasadas las 10 de la noche, Yipsi los llamó en una mezcla de sentimientos encontrados de alegría y tristeza, denotando una humildad y sensibilidad indescriptibles.

Seguimos viajando, con los pinchos calzados, como si de reflejar las incidencias de una épica batalla en el Estadio Panamericano, el Saint Dennis parisino, el olímpico de Tokio, o el majestuoso Luznhiki moscovita se tratase.

Ahí está Yipsi, ahora en el estrado, dedicándole una mirada a su hijo Abdel, su mayor presea de forma indiscutible, agradeciendo a sus amigos, familia, movimiento deportivo cubano, y a todas las personas que la respetan y admiran. Allí están Lilian y Andy, amigos en el periodismo, artífices de Deporcuba y cubanos de una humildad que pocos poseen y muchos debieran cargar en sus mochilas.

Del otro lado estoy yo, tratando de comportarme con estas líneas a la altura del momento, de seguir atestiguando giros de éxito y lanzamientos como ese 76.62 metros cimero y conseguido un 9 de septiembre de 2008 en Zagreb, Croacia; un año 2008 de muchas alegrías para la martillista agramontina. Y de un escenario de presentación de la magnitud del Centro Fidel Castro.

Un sprint sobre pista cubierta con Lilian

Al ser interpelada sobre las sensaciones y lo más gratificante que le deja este libro a mi colega Lilian Cid, expresó que:

«Sin dudas, que se haya hecho realidad es lo más gratificante. Es el libro de y sobre Yipsi Moreno, pero puede ser la historia de cualquier deportista de alto rendimiento con una trayectoria destacada, o incluso, no necesariamente».

Sobre el empaste y el hecho de escribir a cuatro manos con Andy, subrayó:

«Con Andy me unen más de diez años de amistad basados en sinceridad, en complementarnos y, sobre todo, en haber trabajado tanto tiempo juntos por el mismo interés, con sueños en común como el blog Deporcuba, y que también este libro ha hecho la química funcional. No sabría detallarte muchas razones porque somos totalmente diferentes, pero tenemos y hemos logrado poner el foco de nuestras ideas hacia un mismo objetivo y hemos conseguido llevarlo a feliz término».

—¿Por qué el atletismo y por qué Yipsi Moreno para este primer volumen?

—Cuando empecé a tomar este hobby del periodismo con un poquito más de seriedad, quise rozar la profesionalidad en lo que hacía, tuve que decantarme, el periodismo no es mi profesión, y me decanté y aposté por el atletismo.

«Mi inspiración fue la pertiguista rusa Yelena Isinbayeva, porque es un deporte que en nuestro país ha cosechado infinidad de resultados. En el momento en que inicié, daba posibilidades de contar muchas más historias por sobre otros que entonces acaparaban mucho protagonismo, como la pelota y el voleibol.

«Había menos personas reflejando el acontecer del campo y pista que, además, me apasiona. Soy una seguidora fiel de esta disciplina y sentí que tenía que ser. Yipsi, por casualidad o causalidad, nos dio la oportunidad y, honestamente, cuando revisamos la historia de esa década, emergía como una de las grandes, e intentamos aprovechar esa oportunidad de la mejor manera que pudimos».

Y así, desde la jaula de la vida, con un disparo de 77 metros, nos sorprendió este adiós, entre lágrimas, sonrisas… y ¡furia, de Agramonte!