Yanet Bermoy: sacrificios que llevan premios
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Quien ve hoy a la exjudoca cubana Yanet Bermoy quizás no la reconoza, porque su físico ha cambiado bastante, pero es un recordatorio más de lo duro que es llegar a la elite en el deporte.
Con el chocolate como su principal enemigo tuvo problemas con el peso durante su carrera deportiva, una de las más exitosas del judo femenino cubano, con un título y dos platas a nivel mundial, y dos subtítulos olímpicos como puntos culminantes.
Tras recibir los homenajes correspondientes por su retiro oficial, confesó a Prensa Latina cuán duro fue para ella alcanzar esos resultados.
En mi caso era un gran problema el peso, y luego tuve también que cambiar mi estilo cuando modificaron las reglas. Me costó mucho al principio, pero pude adaptarme, indicó. Con respecto a sus preseas, considera que todas son igual de importantes, porque implicaron el mismo sacrificio.
Cuando uno alcanza su primer medalla piensa que ya es campeona mundial, pero luego sabes que lo más complicado es mantenerse en la elite, apuntó.
En este sentido. aprovecha para trasmitirles esas experiencias a sus hijos, especialmente el varón, que practica natación.
Ellos se ponen muy contentos cuando ven combates de su mamá, y el varón me dice que quiere ganar tantas medallas como yo, pero le digo que tiene que sacrificarse y entrenar mucho para poder tener buenos resultados, explicó.
En estos momentos desvinculada del deporte y con otros proyectos personales, se sintió muy reconfortada al tener su despedida en el marco del II Abierto Panamericano de Varadero.
Estoy muy feliz porque viene siendo la culminación de mi carrera deportiva, fue exitosa y estoy contentísima porque además puedo tener mi despedida con mis niños, concluyó.
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